_
_
_
_

Emigrantes marroquíes y franceses sufren numerosos atracos cuando se detienen para descansar

Las carreteras burgalesas de más tráfico la nacional I, ruta desde Francia hacia el Sur, y la 620, que va hasta Portugal, son escenario durante los meses de verano de una importante escalada de robos. Las víctimas son los viajeros, muchos de ellos emigrantes portugueses o norteafricanos en cualquier país europeo que hacen su trayecto anual para disfrutar las vacaciones es casa. Agotados por el viaje se detienen al borde de la carretera a echar una cabezadita. Al despertar, se encuentran con que la luna del coche ha sido rota y les han robado todas su pertenencias.

Para los sufridos Mohamed o Joao que, con el coche cargado de bultos hasta arriba, cruzan la frontera española camino de su tierra en espera de pasar unas buenas vacaciones, la llegada a la provincia de Burgos suele ser una especie de liberación. Detrás quedan, generalmente, miles de kilómetros de buenas autopistas, aptas para correr, pero sin una sola arboleda o fuente donde parar a comer o a descabezar un sueño. El emigrante medio portugués o marroquí que circula por estas tierras no suele hacer uso de los restaurantes y hoteles de carretera. Por eso, cuando entran en la provincia de Burgos suelen llegar agotados; algunos llevan hasta diecisiete horas al volante y, al caer la tarde, aprovechando el primer recodo con árboles, aparcan su coche y se disponen a pasar una buena noche.A veces aparcan en grupos de cuatro o cinco coches, pero esto no es obstáculo para los ladrones que, limpiamente, sin despertar a los ocupantes, rompen el cristal delantero o trasero del vehículo y roban la bolsa en la que las víctimas llevan sus documentos, dinero y joyas.

Los robos suelen ser sustanciosos. A juzgar por las denuncias presentadas, los emigrantes viajan con fuertes cantidades de dinero y joyas, y es frecuente que el importe de lo robado se fije en cantidades que casi nunca bajan de las 150.000 pesetas y alcanzan, en algunos casos, las 600.000.

Los puntos 'negros' de la carretera

Desde que se entra por la nacional I a la localidad de Miranda de Ebro, los laterales de la carretera hasta Burgos presentan diversas zonas de arbolado, algunas de ellas acompañadas de merenderos y fuentes. Estos suelen ser los lugares donde al mediodía y la noche aparcan los turismos y donde se cometen la mayoría de los robos.La salida de Miranda de Ebro, Pancorbo, La Brújula, y Rubena, suelen ser los puntos más peligrosos. Pero también se cometen numerosos atracos en las zonas de acceso y salida de la ciudad: Villafría y El Parral. En este último lugar, una gran arboleda al inicio de la carretera de Portugal y punto muy concurrido por los emigrantes de este país, se produjo recientemente un triple robo en el que, al parecer, hubo algunos disparos intimidatorios contra las víctimas, si bien este punto no está muy claro para el comisario de Burgos.

En general, los robos se producen sin ningún tipo de violencia física, ya que los ocupantes de los vehículos atracados duermen profundamente y no se enteran de la presencia de los ladrones. No obstante, en alguna ocasión no ocurre esto y se producen agresiones a los ocupantes. Tal es el caso de un robo cometido el día 15 de julio en el interior de un vehículo de matrícula francesa aparcado en el término de Miranda de Ebro; tres individuos robaron y atracaron a su propietario, Bernard Authier, ocasionándole heridas de diversa consideración por las que hubo de ser ingresado en la residencia sanitaria de Vitoria.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El otro tramo de la Nacional I, Burgos-Madrid, tampoco se libra de robos por estas fechas. Si bien suelen ser menos numerosos en esta zona, se han producido varios en las localidades de Lerma y Milagros.

Vigilar todas las zonas de la carretera donde se suelen cometer estos robos puede resultar una tarea ardua, al igual que es imposible convencer a los automovilistas de que utilicen los hoteles o campings que se encuentran cerca de la ruta. La solución podría estar en potenciar iniciativas como la llevada.a cabo por los gobiernos portugués y español, a través de tráfico y turismo, que el pasado año organizaron una campaña de seguridad vial, que se ha repetido este verano, en favor de los emigrantes portugueses que circulan por las carreteras españolas.

La campaña, todavía muy reducida, consta fundamentalmente de unos puestos de información atendidos por funcionarios lusitanos y españoles, que se encuentran en sitio visible, al lado de la carretera que va a Portugal, y de zonas protegidas para que el viajero pueda descansar o pernoctar con seguridad.

En estos puestos el viajero puede informarse en su idioma de cuestiones relacionadas con el estado de las carreteras, horario de cierre de aduanas, talleres de reparación o lugares donde pernoctar. Esto supone, sobre todo, una gran ayuda psíquica para el conductor, que a estas alturas del viaje suele llevar una gran tensión y cansancio encima.

El problema estriba en que los servicios son insuficientes, apenas dos puestos de información en toda la carretera de Irún a Portugal que, además, solo funcionan en fechas claves de intenso tráfico, como los finales de mes. Por otra parte, estos servicios solo existen para portugueses, cuando la población norteafricana que atraviesa nuestro país por estas fechas es numerosísima.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_