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Repercusiones de las elecciones andaluzas

Senadores suaristas de UCD piden que Calvo Sotelo "se vaya y lo deje"

Varios senadores suaristas criticaron ayer la intervención del presidente Leopoldo Calvo Sotelo en el Grupo Parlamentario Centrista del Senado, hasta el punto de pedir su dimisión, en contra de las declaraciones del portavoz del grupo, Luis Miguel Enciso, quien señaló que el análisis del presidente del Gobierno y de UCD había sido "riguroso, crítico y muy ponderado". El suarista Luis Rodríguez San León, senador por Zamora, afirmé que hubiera querido intevenir para decir a Calvo-Sotelo "que se marchara y lo dejara", y que "no han podido hablar ni los parlamentarios andaluces ni los que hubiéramos discrepado con Calvo-Sotelo".El senador Francisco Villodres, tras la intervención presidencial, de la que dijo, que había sido "breve, apresurada y para cubrir las apariencias", manifestó que los parlamentarios andaluces no pudieron intervenir "porque Calvo Soteló tenía prisa" y senadores de otras provincias habían solicitado la palabra para preguntarle por cuestiones como la variante de Soria o el Instituto Nacional del Trigo. Villodres criticó la "derechización de UCD", que se hizo notar en la misma campaña, con consejos al electorado para que no se dejara "meter en un puño", claramente dirigidos contra los socialistas, así como otros extremos conservadores.

La secretaría de prensa del Grupo Parlamentario Centrista del Senado publicó una nota en la que informaba que Calvo Sotelo dijo que había puesto su responsabilidad sobre la mesa del comité ejecutivo, pero que en su opinión la solución no está en la fórmula fácil de cambiar a las personas, sino en una meditación a fondo del momento que atraviesa UCD. El presidente calificó de "grave" el resultado obtenido en Andalucía.

Calvo-Sotelo distinguió entre las causas próximas y las causas remotas de los resultados obtenidos por UCD en Andalucía. Las causas próximas se refieren a la concentración del voto útil de la izquierda en el PSOE, la pérdida del miedo de la derecha a aparecer como tal, y la escasa importancia de los líderes regionales durante la campaña. Calvo Sotelo consideró causa remota "el cambio del PSOE y AP, el uno hacia posiciones de extrema moderación, con abandono del marxismo, federalismo y deseo de ruptura de que hacía gala en 1977; el segundo hacia posiciones conservadoras, separadas ya del antiguo régimen".

Según la misma nota, los senadores centristas hicieron notar a Calvo Sotelo circurstancias como la falta de contacto con el electorado, falta de un sindicato que integre la clase trabajadora con el partido ole UCD, mala política informativa por la que las relaciones del Gobierno no calaron en la gente.

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