Las federaciones deberán autofinanciarse en el futuro

El deporte de élite español tendrá que pensar en autofinanciarse en un futuro. Este axioma corresponde a los nuevos planteamientos que dimanan del Consejo Superior de Deportes y que se harán efectivos a través del Comité Olímpico Español. La nueva orientación no está exenta de conflictividad, hay sectores del deporte federado que no la comparten, y no se ha ocultado una lucha sorda por el poder del COE. Jesús Hermida y Anselmo López representarían las partes en conflicto. Existe una disparidad de criterios para interpretar las directrices del deporte nacional.

Para 1982, el Comité Olímpico Español cuenta con un presupuesto cercano a los 650 millones de pesetas, lo que en un principio ofreció cierta sensación de que su papel adquiría un nuevo protagonismo dentro del esquema del deporte español. La nueva reorganización, paralela al cambio de estatutos, significaba que el deporte de alta competición dependería del COE. La ocasión suscitó una cierta lucha por el poder y, entonces, se pusieron de manifiesto dos tendencias muy diferenciadas: los que piensan que el COE debe ser totalmente independiente del CSD, y quienes opinan que no puede apartarse de las directrices de política deportiva del país. Anselmo López, actual secretario general y hombre de larga trayectoria en el Comité Olímpico, lideraba la primera postura. Jesús Hermida, secretario de Estado para el Deporte y presidente del CSD, no defendía las mismas tesis. Cuando el pasado 21 de abril se cubrieron los puestos vacantes en el Comité Ejecutivo, en cuya votación se produjo un nombramiento por aclamación de Jaime López Amor, director general de Deportes y hombre de confianza de Jesús Hermida, y un nombramiento más contestado de Anselmo López, algunos miembros del CSD no ocultaron su satisfacción.

Disparidad de criterios

Aunque Anselmo López niega cualquier tipo de enfrentamiento personal con Jesús Hermida, no oculta que sí existe una disparidad de criterios. Al parecer, las reiteradas críticas de Anselmo López sobre la doble presidencia de Jesús Hermida sobre el CSD y el COE hicieron surgir ciertas reticencias, que se hicieron más intensas a raíz del conflicto sufrido con las autoridades catalanas a tenor de la petición del Ayuntamiento de Barcelona para organizar los Juegos Olímpicos de 1991 Algunas manifestaciones de Anselmo López fueron interpretadas por dirigentes catalanes como una oposición al proyecto, lo que obligó a Jesús Hermida a intervenir y a Anselmo López a aclarar sus manifestaciones.La disparidad de criterios es manifiesta en lo concerniente al tema del COE. Para Anselmo López, en una concepción que califica, no sin cierta ironía, de utópica, el COE debe ser absolutamente independiente del CSD y del poder público. "Ahora, sin embargo, somos unos mandados del Consejo Superior". Para Anselmo López, la actual configuración es buena sólo como transición hacia la independencia total. La teoría de Jesús Hermida y sus directivos es distinta. El COE debe depender del CSI) mientras el dinero provenga del Estado, y la configuración actual no tiene carácter transitorio. Por otra parte, y aunque Anselmo López cree que la potenciación que se le ha dado al COE proviene de la importancia adquirida por Samaranch como presidente del COI, Jaime López Amor, vicepresidente del COE, entiende que no, puesto que "el COE fue un organismo puramente decorativo siendo Samaranch presidente de la Delegación de Deportes, y luego con Pelayo Ros, Gich y Castejón. Es Jesús Hermida quien ha dado esta estructura para una mayor eficacia

Control de la elite

La alta competición dependerá del Comité Olímpico Español, que supervisará los programas de cada federación y, de momento, percibirá el dinero del CSD, es decir del Estado. El COE controla la preparación, pero no el dinero, aunque la perspectiva a largo plazo es que este tipo de deporte busque fuentes de autofinanciación. Los nuevos planteamientos chocan, con estructuras establecidas desde hace años en el deporte español. El nuevo orden recomienda que las federaciones se busquen fuentes de financiación y llegue el día en que el dinero del Estado se dedique a un deporte para todos.Las federaciones tendrán que comenzar a pensar en vivir de sus propios ingresos, y su órgano de relación pasará a ser el Comité Olímpico Español. La publicidad, la posibilidad de que las empresas privadas que ayuden al deporte reciban exenciones fiscales y otras medidas deben comenzar a ser contempladas por las federaciones. Sólo ante la perspectiva de unos Juegos Olímpicos habrá ayuda estatal. Por otro lado, el deporte español verá reducirse sus gastos generales de año en año, hasta el punto de que hay federaciones que deben contemplar tina reducción de empleados.

Sin embargo, y en esta primera fase, el Estado intentará dotar a las federaciones de un patrimonio, es decir instalaciones, para que, a partir de ahí, estudien cómo rentabilizarlas. La tendencia indica que cada vez habrá menos dinero para ellas, el cual será controlado en su totalidad por las auditorías. Caso de que una federación, como entidad privada, sufra grandes reveses económicos, su patrimonio pasaría al Estado, según contempla la Ley de Cultura Física y del Deporte.