Vana mediación del Consejo de Deportes para desconvocar la huelga de futbolistas

La huelga de futbolistas no se desconvocó ayer. La reunión de los representantes de clubes y jugadores en la tarde de ayer complicó las cosas, lejos de aproximar posturas. Más tarde, Jesús Hermida se reunió con Quino y Alfonso, sin que se llegara a ningún acuerdo, al no confiar la AFE en las promesas que Pablo Porta realizaba al presidente del Consejo Superior de Deportes para proponer y defender la abolición de la obligatoriedad de la norma sub-20.En la primera reunión, les representantes de los clubes anunciaron a los jugadores que la abolición de la normativa de los sub-20, prometida dos días antes, estaba condicionada a la aprobación de la asamblea que se celebrará el próximo mes, lo que no agradó a los futbolistas. Respecto a la creación del fondo de garantía, los representantes de los clubes dijeron que lo único que habían prometido era estudiar el problema para ver si en un futuro tenía solución. En los otros dos puntos reivinclicativos, deudas y participación en los ingresos por publicidad y televisión, no hubo avances ni retrocesos.

La reunión comenzó a las 16.30 horas, y tres horas más tarde salía de la misma el presidente de la Asociación de Futbolistas, el ex jugador Quino, que, con gesto sombrío, anunció que «sólo un milagro» podría evitar que la huelga se prolongase una semana más. Poco después se producía una llamada de Quino a Jesús Hermida, secretario de Estado para el Deporte, tras la cual el presidente de los futbolistas acudió al Consejo Superior de Deportes junto con uno de los hombres del comité de huelga, Alfonso, jugador del Getafe, para entrevistarse con Hermida y los más directos colaboradores de éste. Tampoco se llegó a un acuerdo, pese a que Porta envió una carta en la que empeñaba su palabra para arreglar el conflicto.

Entre tanto, todo son incógnitas en torno al partido que esta misma noche debía abrir el campeonato de Liga, en el Manzanares, enfrentando al Atlético de Madrid y al Athlétic de Bilbao, y que debía ser televisado en directo. A la espera de que ayer se produjese la ansiada solución, el Athlétic se desplazó por carretera hacia Madrid, adonde llegó a las 21.30 horas, y el Atlético se concentró en el Escorial. Sin embargo, no llegaron a abrirse las taquillas.

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