Cartas al director

Réquiem por una esperanza: la colza

En vista de la polémica surgida en tordo al aceite de colza, nos creemos con el deber moral de aclarar ciertos aspectos un tanto oscuros, debido a informaciones, en algunos casos contradictorias, y en otros parciales, aparecidas en la Prensa, radio y televisión.El aceite de colza es de uso generalizado en muchos países desarrollados, en los cuales no se ha producido ningún caso de intoxicación debido a su consumo.

Este aceite contiene un ácido denominado erúcico (ni cerúlico, ni úrico) que puede llegar a producir, en grandes cantidades, lesiones cardíacas más que pulmonares. Peroel ace...

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En vista de la polémica surgida en tordo al aceite de colza, nos creemos con el deber moral de aclarar ciertos aspectos un tanto oscuros, debido a informaciones, en algunos casos contradictorias, y en otros parciales, aparecidas en la Prensa, radio y televisión.El aceite de colza es de uso generalizado en muchos países desarrollados, en los cuales no se ha producido ningún caso de intoxicación debido a su consumo.

Este aceite contiene un ácido denominado erúcico (ni cerúlico, ni úrico) que puede llegar a producir, en grandes cantidades, lesiones cardíacas más que pulmonares. Peroel aceite usado para la alimentación posee un contenido en dicho ácido prácticamente nulo y se suele presentar mezclado con otros aceites.

Los glucosinolatos, productos bociogénicos, no se encuentran en el aceite, sino en la harina de colza, apareciendo también estos compuestos en las coles, rábanos, mostaza y en muchos otros vegetales ingeridos corrientemente, en cantidades similares a las variedades botánicas de colza usadas en alimentación (hasta ahora sólo animal).

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Y no está de más repetir que el famoso «aceite tóxico» no es aceite de colza (términos que se han identificado con frecuencia), sino aceite desnaturalizado (sin más nombres ni apellidos), es decir, que ha sido manipulado con fines industriales y luego se ha vendido como aceite de consumo. Son, por tanto, estos procesos, ajenos por completo al aceite de colza, los verdaderos causantes de la intoxicación.

Por el contrario, la colza, por su excelente contenido en grasa y proteína, presenta un gran futuro en la industria alimentaria, pudiendo llegar a sustituir a otras plantas actualmente importadas, como es el caso de la soja.

Esperemos que esta nueva fuente de alimentación no vea quebrarse su futuro, debido a malas interpretaciones sobre este triste suceso de la neumonía atípica./ . Licenciada en Farmacia. Vega Bouthelier Martínez. Licenciada en Biológicas y Farmacia. Carmen Burbano Juana. Licenciada en Biología.

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