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España ha perdido el dominio del balón

, ENVIADO ESPECIALEl equipo español ha perdido en la gira por Suramérica la mejor condicion que debe tener un futbolista: dominar la pelota. Santamaría tiene la obsesión de que los jugadores han de habituarse a disparar a gol. Yo diría que también deben hacer prácticas en el pase al compañero. La posesión de la pelota, aunque no sea tan primordial como en el baloncesto, por ejemplo, es la base de la victoria. Gana quien más tiempo tiene el balón en su poder. Cuando se entrega al contrario no sólo se pierde una oportunidad, sino que se concede otra.

Sólo al cansancio se puede achacar la pérdida del tino. Si el defecto del pase corto para el contrario fuera congénito habría que empezar a encomendarse a santa Rita , para pensar en la posibilidad de obtener una buena clasificación en el próximo campeonato del mundo. La selección española destruye ella sola cuanto intenta construir porque en el momento de afinar da la impresión de que está en período de aprendizaje. En el partido de Chile hubo tal serie de imprecisiones que sería dificilísimo establecer el hit parade de las mismas. Juanito, incomprensiblemente, se ha llevado la palma en este sentido durante varios encuentros, pero en el estadio Nacional incluso llegó a equivocarse con gravedad Alexanco, que ha sido hasta el momento el hombre más regular del equipo.

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A este problema de la finura en el juego habría que añadir los problemas que ya son naturales en la selección y que también en Chile se pusieron de manifiesto. Es imposible jugar con dos laterales zurdos. La experiencia ha demostrado sobradamente que es un error. El domingo, tanto Camacho como Gordillo tuvieron serias dificultades para sujetar a sus extremos. Pero si Gordillo lo pasó mal con el rapidísimo Yáñez, Camacho lo pasó peor con Moscoso, simplemente porque se encuentra incómodo en el costado en el que le hacen jugar. Camacho se convierte en un mediocre lateral cuando juega en la derecha. Santamaría debe plantearse formalmente la búsqueda de ese defensa antes que agarrarse al clavo ardiendo de la experiencia de Camacho. Con la solución actual pierden la selección y el defensa madridista.

Frente a los chilenos no hubo gran mejora en el centro del campo, aunque Zamora hubo momentos del primer período en los que intentó mandar. Pero no está en su mejor momento, y Joaquín ha dado un bajón demasiado sensible para tenerle todo el tiempo en el campo. Quizá el domingo Santamaría debió dar entrada a Sánchez, que había sido el más regular en los partidos en los que se le requirió. El entrenamiento del sábado equivocó al seleccionador, que vio en mejor situación a Alonso y Joaquín, pero, de cualquier manera, el barcelonista hubiera podido dar más juego aún en sustitución de Marcos, que pide el relevo a los cinco minutos de partido. La actuación de Marcos me obliga a saludar desde aquí a Dani y a Saura.

Ante Chile no se jugó a conservar el empate. Hubo intenciones de más en algunos momentos, pero de nuevo Satrústegui estuvo solo con su soledad a solas. Los delanteros españoles no forzaron a Osben. La mayor parte del tiempo ni siquiera se agachó. Arconada, en cambio, sí tuvo que jugarse el tipo a la medía hora de juego cuando entraba sólo en el área un delantero chileno. Chile no fue un adversario para preocupar a nadie. Se cerró bien atrás siempre que España atacó, pero si su defensa no sufrió más, sin duda las culpas hay que cargárselas a quienes no supieron encontrar la forma de cruzar la aduana. Chile tiene también mejor defensa que ataque, pero creó muchas más situaciones de desasosiego para el meta español. Neira movió al equipo sin grandes dificultades porque los centrocampistas españoles le dejaron excesiva libertad. En muchos minutos hubo excesiva alegría en la persecución del contrario porque se le dejó amplias zonas para iniciar la maniobra.

España jugó en un nivel muy similar al de Colombia, pero tuvo sin duda más mérito el resultado, porque el adversario fue de más entidad. Los chilenos, sin ser una potencia de primer orden, tienen condiciones suficientes para mantenerse en un plano de igualdad en muchos momentos ante equipos superiores. Pero de ahí, de un conjunto apañadito, que maneja la bola bastante bien, aunque sin garra, no pasan. No ganó Chile, pero Caszely cumplió su palabra y le marcó un gol a Arconada.

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