Fallece una mujer cuando intentaba impedir el suicidio de su hermano

Consuelo Vega, de veintiocho años de edad, casada y madre de dos niños, resultó muerta a última hora de la noche del miércoles, tras caer al vacío desde su apartamento, situado en un quinto piso de la calle de Palencia, de la capital alavesa, cuando intentaba impedir que su hermano se suicidase. El joven, José María Vega, de 34 años, que también falleció, al parecer estaba aquejado, en el momento del siniestro, de fuertes depresiones psíquicas (véase EL PAIS de ayer).El mismo miércoles, José María Vega había acudido a la consulta psiquiátrica de la Seguridad Social acompañado de su cuñado, quien había observado que, a pesar de que nunca había dado muestras clarividentes de desequilibrio, el joven ofrecía un aspecto nervioso y angustiado.

El suicida, natural de Zamora que trabajaba en un taller del barrio de Saramaga, de la capital alavesa, no cumplió anteayer con su jornada laboral, tras reconocer que no se encontraba bien, y después de la visita médica permaneció descansando en casa de su hermana. Por la noche, cuando el marido de Consuelo regresaba al hogar encontró en la acera los cuerpos de su mujer y de su cuñado, que acababan de caer de la vivienda, tras un forcejeo mantenido entre los dos, en el que Consuelo, en un intento desesperado de convencer a su hermano para que no se suicidara, perdió el equilibrio y cayó al vacío pegada al cuerpo del propio suicida.

Antes de las once de la noche, Consuelo Vega había bajado, como todos los días, a la tienda del barrio para comprar leche, mientras permanecía en el interior del apartamento el joven José María con los dos hijos de su hermana. Al cabo de unos minutos, varios vecinos que estaban en la calle pudieron oír gritos de «no, no, no» que provenían de la propia Consuelo. Inmediatamente después, José María saltó por la ventana, llevándose tras de sí a su hermana.

El cuerpo de Consuelo Vega cayó sobre un vehículo aparcado en la acera y falleció en el acto, mientras que el joven perdió la vida tres horas más tarde, en el hospital de Santiago Apostol, de la capital alavesa.