Los árbitros de baloncesto amenazan con ir a la huelga
La competición baloncestística sigue en primer plano. El Joventut continúa de líder, pero pasó muchísimos apuros y al final ganó por un solo punto a un Estudiantes que mereció mejor suerte. Cotonificio, con su actuación en el Pabellón, le ha hecho un flaco favor al Torneo de Navidad. Inmobank volvió a perder en su cancha y se agrava su situación. El Barcelona también lo pasó mal ante el Valladolid en el Palau Blau Grana. En medio de todo, los árbitros amenazan con ir a la huelga. Están completamente en contra del Comité de Competición.
Ya se habla en el mundillo del baloncesto de que al Estudiantes le van a dar el premio a la desgracia. De los tres partidos que ha perdido -todos fuera-, dos fueron por una canasta y el último, ante el Joventut, por un punto, después de llevar la iniciativa casi todo el encuentro. Su único empate fue en el Pabellón, ocasión en la que el «video» además le otorgaba el triunfo. El mismo «video» que ahora quiere utilizar el Comité de Competición para ver si sanciona o no a Gonzalo Sagi-Vela, artífice del último triunfo de su equipo. Haga lo que haga, ya no tiene ni gracia ni remedio.Por si fuera poco, los árbitros, precisamente por esta circunstancia del «video» y, con toda razón, quieren ir a la huelga, pese al conservadurismo y oficialismo de que hace gala el presidente de su comité, que según se ve sólo los defiende de palabra y en teoría. La semana va a estar metida en harina y la junta directiva de la Española lo tiene complicado. La cosa no deja de ser lógica. Después de tantas ligas monótonas, ahora los estamentos no saben asimilar una competición de verdad en la que surgen los problemas propios del caso.
Esta vez, el tropiezo del Inmobank fue más grave que los anteriores, ya que perdió ante.uno de los candidatos al descenso. El panorama se pone verdaderamente negro para el Inmobank. Las soluciones no parecen estar en la cabeza de nadie. Sí parece que llegan al Valladolid. EL PAIS ya pidió tiempo para Mario Pesquera si querían que hiciera un equipo. Ahí está. Puso en serios apuros al Barcelona en el mismísimo Palau y sumó noventa puntos pese a que Davis sólo hizo veinte. Son síntomas de que hay un trabajo detrás. Como en el caso del Estudiantes o del Cotonificio, pese a su derrota del domingo, por citar algunos ejemplos.
