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La Federación se avino a negociar

Representantes de la Federación Española de Fútbol y de la Asociación de Futbolistas Españoles aceptaron el pasado jueves la invitación de EL PAIS para celebrar en sus locales un coloquio sobre el tema que les tiene enfrentados, la normativa de los sub-20, que puede conducir a una huelga de futbolistas para el próximo día 9. La Federación, estuvo representada por su presidente, Pablo Porta; secretario general, Agustín Domínguez, y asesores jurídicos, Benito Castañeda y Fernando Vara de Rey. Por la AFE asistieron el presidente, Joaquín Sierra Quino; el asesor jurídico, José Cabrera Bazán; el coordinador general, Manuel Estéo, y el jefe del departamento de publicidad, José Luis Sánchez Barrios. Julián García Candau, redactor jefe de deportes del periódico, fue moderador en el debate, cuya transcripción fue encomendada a Alfredo Relaño. Al término del coloquio la Federación hizo a la AFE cuatro ofertas que podrían dar lugar a la desconvocatoria de la huelga, si bien tal cosa no parece probable.

En principio, en EL PAIS eran esperados dos miembros de cada organismo: Porta y Agustín Domínguez, por parte de la Federación, y Quino y Cabrera Bazán, por parte de la AFE. Curiosamente, ambos bandos se presentaron con refuerzos que duplicaban el número previsto. La delegación federativa llegó algunos minutos antes de la hora prevista, las cuatro de la tarde, mientras que la de la AFE lo hizo con algo más de diez minutos de retraso, lo que no dejaron de hacer notar los hombres de la Federación durante la espera. El coloquio se desarrolló con toda normalidad, sin apenas momentos de crispación por ninguna de las partes, y se extendió hasta cerca de las siete de la tarde. Cuando terminó, el tema que enfrenta a ambos organismos, y que puede dar lugar a la huelga, la normativa de los sub-20, había sido exhaustivamente tratado y se habían establecido las bases de un posible (aunque quizá no probable) acuerdo. Ambos bandos se cruzaron imputaciones de mayor a menor importancia, pero no se rompió nunca la compostura por ninguna de las partes. La ironía fue el método escogido casi siempre para los reproches más duros.Porta, en campo contrario

Tras unas palabras del moderador, Porta anunció que acudía a someterse a este coloquio a los locales de un periódico que había sido hasta ahora beligerante en la cuestión, pero que lo hacía confiado en la neutralidad del moderador en este caso. La primera cuestión planteada fue la acusación de la AFE a la Federación de incumplimiento por parte de ésta de determinadas promesas, lo que dio lugar a la retirada de la convocatoria de huelga para la segunda jornada de Liga.

Quino señaló que la Federación había prometido unos plazos para la celebración de la última asamblea (cuatro días para reunir la junta y otros cuatro para convocarla) que no habla cumplido. «Se jugó con los términos celebrar y convocar, y se pospuso hasta el 10 de octubre. Se arguyó la falta de local y de fechas. Y se nos dijo, por parte de Porta, que en diez días no podía garantizar el resultado de una asamblea, y pidió más días para hablar con los miembros y para conseguir que la asamblea discurriese por unos cauces más favorables».

El moderador pregunta a Porta si de eso se puede entender que, tenía el propósito y el poder de condicionar a los asambleístas . Porta contestó, en primer lugar, a las acusaciones de Quino, y luego, respondió al moderador:

Porta: La asamblea se convocó, como se prometió, a través de una junta extraordinaria que se celebró inmediatamente. Segundo: esta junta manifestó que, pese a la irregularidad del planteamiento de la AFE y en pro de agotar las posibilidades de negociación, se convocaba y se iba a convocar en el plazo de diez días. Tercero: en una conversación que mantuvimos, en la que estuvo presente Quino y estuvo presente Cabrera, le planteó el tema de principal dificultad, que era el de encontrar un local apto. Se ofertó incluso a la AFE que buscaran ellos local. Y tuvimos que hacer la reunión el 10 de octubre, en un local con columnas, porque no había otro. En último lugar, en efecto, yo dije que la asamblea tenía que estar informada. No podíamos hacer una asamblea. en crudo. Lo que yo no puedo, frente a la insinuación e indicación del moderador, es convencer a una asamblea, porque sería minimizar la capacidad decisoria individual de cada uno de los miembros de la misma y la colectiva. En otras palabras: convertir en borregos lo que son personas con mentalidad y con convicción.

Sobre esto último, y a instancias del moderador, Quino dijo: «En efecto, yo admite que él no pudiera garantizarnos el resultado de la asamblea, aunque haya sacado adelante en otras ocasiones actuaciones más difíciles y manifiestamente irregulares». Cabrera, en la misma línea de ironía, apostilló que «realmente, tras hablar con él, tenía plena confianza en que se arreglaría el tema».

Palabra contra palabra

Porta y Quino mantuvieron entonces un careo sobre una conversación telefónica mantenida entre ellos. Quino insistía en que la oferta de la Federación había sido doble: crear una comisión permanente y convocar después asamblea, o bien convocar asamblea primero para posterior nombramiento de una comisión con carácter decisorio; el segundo extremo era lo mínimo a lo que aspiraba la AFE. Porta negó haber hecho este segundo ofrecimiento.«Rotundamente, no. No quiero acudir a testigos porque es testigos contra testigos».

La discusión sobre si se había prometido o no carácter decisorio para la comisión que saliera de la asamblea del 10 de octubre se prolongó durante largo rato. En una fase de la discusión, Porta señaló incluso que «yo aconsejé a la junta directiva que aceptara la convocatoria de la asamblea para agotar las posibilidades de negociación, aunque fuera irregular, porque, si no, amenazabais con la huelga». Ante la insistencia de Quino de que si se había prometido o no carácter decisorio para la comisión que saliera de la asamblea Porta explicó:

«La asamblea es plena y soberana y, sobre la marcha, puede ella interpretar estatutos. La que no es plena y soberana es la junta directiva. Entonces, la junta directiva bajo la presión de la amenaza de la huelga, no quiso asumir la responsabilidad de decir sí o no, y lo sometió a la asamblea extraordinaria. Asamblea extraordinaria en la que hablé yo con los representantes de Segunda y de Segunda B. Los de Tercera no era ni necesario, porque no estaban afectados en el tema Entonces asistí, les manifesté; en algún momento me quedé y en otros me retiré. Sorprendentemente, al día siguiente, Segunda B y Segunda A, con los que me reuní a las nueve de la mañana, trajeron confeccionado un documento en el que no estaban de acuerdo en una comisión de vinculación y de voto obligado a la asamblea. En cambio, se sostuvo en todo momento, y continuamos insistiendo, en que la fórmula de una comisión mixta iba a poder dar resultados positivos como ha dado siempre. ¿O no ha dado siempre resultados positivos?».

Interviene Esteo y se queja de que el tema de los sub-20 viene de largo, y recuerda que, «a los dos meses y medio del inicio de las negociaciones en torno a él, el señor Montes Cabeza, presidente de la primera comisión que lo estudió, dijo que era innegociable, que no se podía tocar».

Cualquier tiempo pasado fue mejor

Porta respondió que «frente a las afirmaciones hay que poner el hecho». Dirigiéndose a Quino, le dijo: «Cuando el gran logro del fútbol español, tú no eras presidente, y quienes llevaron la negociación fueron Asensi y Carceller» -se refería a la regulación de las relaciones jugadores-clubes-. Y pasó a dar lectura a dos cartas firmadas por ellos. En la primera se le reconocía su actitud favorable a los acuerdos y su buena disposición en las negociaciones, y en la segunda se hablaba de la creación de dos comisiones mixtas para resolver algunos problemas pendientes, «comisiones del tipo de las que ahora vosotros no concedéis beligerancia». Y terminó: «Me limito a aportar documentos de la AFE en los que se reconoce mi intervención decidida en solucionar el problema y la manifestación de reconocimiento de que yo quería que con el estatuto de los jugadores profesionales quedara cerrado el ciclo de las aspiraciones de la AFE».

Quino puntualizó que la base para los acuerdos de «ese gran logro» se estableció bajo su anterior mandato presidencial y en la Dirección General de Trabajo. Porta insistió en que con Asensi y Carceller se negociaba mejor, «aunque no. eran hombres que se plegaran a nada, y la prueba está en que hubo una huelga con estos mismos señores, pero a continuación se llegó a una solución». Y se quejó de que Quino y Cabrera hablan calificado de innegociable el tema de los sub-20, a lo que Quino respondió: «Esa palabra la hemos aprendido de don Pablo Porta». Este negó haber dicho nunca la palabra innegociable.

Diez millones por un error

Por estos derroteros se llega a un tema espinoso. Esteo saca a relucir un acuerdo sobre el límite de edad adoptado con ocasión de la asamblea de 1979. Tal acuerdo suprimiría el límite de edad, favoreciendo plenamente la petición de la AFE en este sentido. Los representantes de la Federación manifestaron que existió un error de transcripción en el documento elaborado por la comisión mixta que había estudiado el tema en vísperas de la asamblea. Esteo replicó que, para él, en tal comisión habla quedado claro que el límite era abolido y que lo que la asamblea había aprobado era literalmente lo que proponía la comisión. No quedó claro este punto, pero sí que Carceller aceptó con posterioridad permitir que la Federación corrigiese el presunto error «a cambio de diez millones de pesetas o de la posibilidad de organizar un partido contra Holanda cuya recaudación pasaría a la AFE». Esteo manifestó que al respecto había mantenido discusiones con Carceller y que había repudiado ese arreglo.

Castañeda insiste en que todo se debió a un error de transcripción a la hora de pasar a máquina el acuerdo, y dijo que «tenemos una carta vuestra reconociendo el error de transcripción», a lo que los miembros de la AFE responden casi unánimemente: «Nuestra, no; de Carceller».

Asamblea, soberana

Toma entonces la palabra Cabrera Bazán (el moderador debe

La Federación se avino a negociar

insistir sobre Porta para que deje hablar al asesor jurídico de la AFE) y éste señala, entre otras cosas, que «si la asamblea es soberana para modificar estatutos como ha señalado Porta, pregunto: ¿por qué no había de serlo para delegar esas facultades en una comisión con carácter decisorio?». Y sobre «el gran logro anterior», hizo referencia a discusiones previas al mismo que habían finalizado violentamente con algún portazo de Carceller (Porta intercaló un «salva el tema, porque habría réplicas») e hizo hincapié en que a los acuerdos se llegó tras una huelga. Terminó diciendo que se mostró en contra de esos acuerdos, calificados como «el gran logro», porque consagraban fórmulas de derecho de retención que chocaban con el artículo 15 de la ley de Relaciones Laborales, y se mostró sorprendido porque Porta pudiera pensar que con eso se cerraba el ciclo de reivindicaciones.Porta contestó que, para él, «el que en aquel momento era presidente o gerente de la AFE tenía la misma titularidad que tenéis ahora vosotros». Sobre la pregunta del moderador de por qué hubo que llegar a la huelga para resolver aquello, contestó que «son los clubes los que ordenan a la Federación y no viceversa», y que serían los clubes quienes deberían responder a esta pregunta.El reconocimiento de la AFE

Posteriormente, Porta dijo que siempre había reconocido a la AFE como necesaria para el fútbol, a lo que Quino contestó: «No, siempre, no; al principio, no». Porta negó haber realizado manifestaciones contrarias a la existencia de la AFE, y concluyó diciéndole a Quino: «No te fíes de lo que dice o lo que pueda interpretar un muchacho que recoge una manifestación». Insistió de nuevo en que siempre había considerado necesaria a la AFE y que lo había dicho numerosas veces en público cada vez que había aparecido alguna nueva asociación «Anafe, chofefe o fifefe».

El moderador zanja la cuestión dando por cierto que Porta criticó duramente a la AFE en sus primeros tiempos, y le remitió a las colecciones de periódicos. Porta se quejó de falta de neutralidad en el moderador.

Compromisos políticos

Porta habla ahora de la asamblea ordinaria de julio de 1980, ala que no quisieron asistir los miembros de la AFE, pese a estar invitados, y la compara con la de 1979, a la que acudió Carceller y quedó resuelto el estatuto del jugador profesional, y comenta que «en momentos de mala digestión, pienso que hay cuotas de compromiso político, es decir, tiene que haber huelga porque haya huelga».

Hay que recordar que Cabrera ha sido acusado en ocasiones de utilizar la AFE para fines propios en su carrera política dentro del PSOE.

Esteo señala que la situación era distinta y que el pasado mes de febrero, cuando se formó la comisión para negociar todos estos temas cara a la asamblea de julio, Castañeda hizo saber que la cuestión de los sub-20 era innegociable. Castañeda replicó que se trataba de una cuestión de forma, no de fondo, que era innegociable en ese momento, hasta que se hubieran tratado otros temas que debían tener prioridad.

Porta insiste en que siempre ha puesto la mejor voluntad en sus relaciones con la AFE, y cuando sale al aire el tema de las deudas pendientes de tres clubes: Levante, Langreo y Rácing, Porta dice que «sabéis que lo del Levante estaría arreglado de no ser porque recurristeis a terceras personas», lo que el transcriptor del coloquio interpretó como una alusión a Jesús Hermida, director del CSD, a quien los jugadores acudieron para resolver esta deuda, sin conseguirlo.

Luego, Quino se quejó de que en ocasiones Porta había llamado a Esteo para negociar con él algún tema pidiéndole que no le acompañara el propio Quino y Cabrera Bazán. Este punto quedó aclarado tras insistir varias veces el moderador con Esteo y Porta, que reconocieron que tal cosa era cierta. Porta lo justificó explicando que en toda negociación hay halcones y palomas, y que, del mismo modo que él solía colocar a palomas para presidir las comisiones, le gustaba tratar con palomas.

Disputa constitucional y el oro de Moscú

Se discute entonces sobre la posible inconstitucionalidad de la norma. Cabrera defiende que está derogada por la Constitución, y los hombres de la Federación señalan que sólo una ley puede derogar otra ley, que la Constitución es una supraley y que sólo cuando haya una ley que la desarrolle sobre este punto se podría hablar de inconstitucionalidad.

Sobre la alusión «cuota de compromiso político», Cabrera dijo que pensar que el PSOE le pudiera decir: «Cabrera, organízame una huelga de futbolistas, le hacía volver a temas como el oro de Moscú, y señaló que Vizcaíno Casas (asesor jurídico de la Federación en el anterior conflicto con los futbolistas) había hecho insinuaciones parecidas en televisión. Porta contestó « que nunca se me ha pasado por la cabeza eso, ni doy ninguna significación a que ustedes comieran con altos representantes del PSOE», a lo que replicó Quino: «No, pero se suelta». Y le anunció que para el próximo lunes tienen cita para comer con Fraga.

Volvió a tomar la palabra Cabrera y dijo que era partidario de la vía jurídica, y «en cuanto a halcones y palomas, en lo que me repugna, desde luego, no suelto una pluma», tras insistir en que le repugnaban los acuerdos de la asamblea de 1979, calificados como el gran logro. Quino hizo ver que recientemente Cabrera ha informado a la plantilla del Betis de la situación, y ésta ha votado por la vía jurídica.

Justificación de la norma

Porta hizo entonces una amplia y documentada defensa de la norma de los sub-20. Habló del éxito de la Liga juvenil, con cuatro años de existencia, que viene vomitando cada año 2.000 jugadores y que por un mínimo de coherencia había que darles entrada en las categorías superiores. Explicó que la AFE había propuesto un sistema de premios a los clubes que, sin existir obligatoriedad, alinearan a jugadores sub-20, que equivalía a convertir la norma en un soborno y que costaría al fútbol 360 millones al año.

Sale el tema del dinero de las quinielas que reclama la AFE, y Porta aclara que la Federación no recibe nada de las quinielas, sino una subvención del CSD, como todas las federaciones. E insiste en su buena voluntad hacia la AFE, al recordar que hizo un tanto la vista gorda con ocasión de la formación de un equipo de la misma para jugar dos partidos amistosos la primavera pasada en Argentina, cosa que se hizo con ciertas irregularidades, en opinión de Porta.

Se aproximan las soluciones

Pasadas las seis de la tarde se entra en vía constructiva, no sin que antes Cabrera y Porta se crucen alguna andanada cuando, al poner irónicamente en tela de juicio la utilización de la comisión no decisoria que salió de la asamblea extraordinaria del pasado 10 de octubre, Cabrera le dijo a Porta: «Yo lo que temo es que en la asamblea del próximo julio no estés tú al frente de la Federación y todo se vaya al agua». Porta, que había insistido en que él estaba en un punto de vista aséptico «porque no tengo ningún club en el bolsillo, ni ningún hijo de menos de veinte años, ni intereses en publicidad, ni en nada», insistió una vez más en que en la asamblea de 1979 se había resuelto por este método el estatuto del jugador y que, si el método había sido bueno una vez, no debía pensarse que no lo fuera de nuevo..

Luego comenta que sería una injusticia retirar ahora la normativa, porque sería cambiar sobre la marcha las normas bajo las cuales había comenzado la competición, y algunos clubes podrían verse perjudicados.

El moderador pregunta si no hay soluciones, y repentinamente se entra en el camino de ellas. Cabrera sugiere que se podría aumentar en dos jugadores el cupo de las plantillas en Segunda y Segunda B (fijado en veinticinco, como en primera), y se permita a los clubes que lo deseen incorporar a dos profesionales más. Porta acepta, y, ante una observación de Sánchez Barrios, que señala que nadie va a fichar con la temporada en marcha, replica que cuando a un club las cosas le van mal ficha, y que el problema de pago a las plantillas surge precisamente por eso.

El moderador se asegura de que los reglamentos de la Federación permitirían esta ampliación. La AFE considera que esto es poco, se vuelve a hablar de las deudas, hay nuevas alusiones a Jesús Hermida, nuevas discusiones sobre las deudas y, finalmente, Porta hace una oferta amplia y completa, enunciada en tono de cierta solemnidad: «Yo me comprometo en la redacción de EL PAIS, como presidente de la Federación Española, a que en un plazo máximo de quince días quede resuelto lo del Santander, lo del Levante y lo del Langreo. Lo otro, como no lo sé, lo discutiremos en su momento. Segundo: la junta directiva, en un plazo máximo de ocho días a partir de hoy, como ya no podrían fichar para este domingo, toma la decisión de que se puedan ampliar las plantillas en Segunda y Segunda B a veintisiete jugadores, con la condición de que la ampliación de dos sea para profesionales. Tercero: la comisión mixta AFE-clubes va a estudiar para la asamblea de julio el tema de los jugadores sub-20 y todas aquellas reivindicaciones que los jugadores asociados a la AFE quieran plantear con relación a los clubes. A esto, personalmente, me comprometo yo».

Quino se queja de que es la primera vez que se le ofrece algo a la AFE sobre la cuestión de los sub-20. Vuelve Porta a recordar actitudes de buena fe hacia la AFE y se entra en una discusión sobre jugadores a los que se ha permitido o no fichar por algún equipo. Se comenta el caso de Clares, al que el Gandía ofreció dos millones, y Porta pregunta: «¿Creéis que el Gandía le va a pagar los dos millones? En julio volveremos a reunirnos para ver qué se hacía con otra deuda pendiente más». Y sigue adelante para comentar su temor de que algunos de los «flecos pendientes» fueran de muy difícil negociación, como la pretensión de la AFE de recibir beneficios de las quinielas. Explicó que tras un exhaustivo estudio había comunicado a los clubes que no tenían ningún derecho a reclamar beneficios en las mismas, algo en lo que Cabrera se manifestó de acuerdo. Y propuso una solución. interesante para la AFE: «Ahora bien, en este fleco, siendo razonables, no yendo a los cerros de Ubeda, que la AFE diga: "bueno, como nosotros hacemos una labor social o pretendemos hacerla", dejamos esto establecido. El curso de gerentes que se hizo en la Federación se hizo orientado a los jugadores, y ya podría la AFE darme ideas para el curso de gerentes. Lo que creo yo que sería una buena salida para los jugadores. Todos los clubes, incluso los de Tercera División, en vez de un medio volante malo, deberían tener un tío que llevará los papeles, que se supiera el reglamento. Que hay que hacer cursillos, cursos por correspondencia, bolsas de viaje... Pues, muy bien, no dentro de las quinielas. Y no lo tratéis así, que me suena mal. Vamos a estudiar la creación de un capítulo para la AFE igual que vamos a crear un capítulo para el fútbol femenino, porque la UEFA nos lo ha indicado. Igualmente estudiamos la constitución de un capítulo como se hace con los árbitros, os decimos: ahí tenéis la caja, id pidiendo el dinero y con el recibí os lo entregamos. También estamos dispuestos, porque quiero irme restableciendo la situación buena entre jugadores y clubes, a que el ambiente quede definitivamente distendido». Quino se queja de nuevo de que la Federación haya tardado tanto en hacer estas ofertas, y Porta declara que «no me duelen prendas en reconocer que yo haya cometido algún error». Los hombres de la AFE afirman que van a estudiar las ofertas de la Federación y a comentarlas con el comité ejecutivo. Quino insiste en que no le parece suficiente para desconvocar la huelga, pero tampoco niega rotundamente esta posibilidad. Han pasado las seis y media hace rato, y la charla se prolonga unos diez minutos más, ya sin crispaciones, ofertas ni contraofertas, aunque basada en fútbol. Diez minutos antes de las siete se levanta la reunión.

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