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Nueve de los doce primeros títulos, falseados

Doce títulos se han disputado hasta ahora en las dos primeras jornadas olímpicas, y el dominio de la URSS, junto a la RDA, ya es evidente. Aunque los soviéticos han ganado seis medallas de oro, el doble de sus rivales, estos hacen lo mismo en las de plata, y tienen incluso una más de bronce. Ello les supone sumar una más que los anfitriones, a distancia ya abismal del resto dé países. Precisamente por ello, el recuerdo a los ausentes se hace aún más obligado. En nueve de las finales disputadas hubiesen tenido mucho que decir Estados Unidos y algún otro país.Bárbara Krause, que ganó ayer los 100 metros libres y superó por dos veces el récord del mundo en series, el domingo, con 54.98, y en la final, con 54.79-, declaró en la conferencia de prensa: «Me habría gustado que hubiesen participado las norteamericanas. Mi triunfo, entonces, tendría más valor».

La sombra norteamericana, sobre todo, flota sobre los Juegos de Moscú. ¿Qué habría ocurrido con su presencia? En tres de las finales ya disputadas -las dos de halterofilia y la de ciclismo- ni siquiera los alemanes hubiesen podido hacer nada para cambiar el reparto de medallas. Pero en las nueve restantes, mucho. Incluso para haber evitado, en lógica pura, más de la mitad de los triunfos reales que se han producido. Simplemente con la comparación de marcas obtenidas ahora en Moscú (donde se supone que han llegado los atletas, y en especial, los ganadores, al máximo de su valor), y las acreditadas por los norteamericanos u otros deportistas de elite previamente, ya se pueden sacar deducciones. Por descontado queda que en algunos casos, si no en todos, podrían haber superado también sus registros anteriores, como en el caso de Bárbara Krause.

La natación, que ha repartido ya seis medallas, junto a los saltos, una, y el tiro, dos -como la halterofilia-,son los deportes falseados.

NATACIÓN

Kopliakov (URSS) venció ayer en los 200 metros libres con 1.49.81. Mejoró su récord de Europa en dos centésimas, pero aún está a 65 de Rowdy Gaines, el mejor norteamericano, que tiene 1.49.16. Tras Kopllakov quedaron Krylov (URSS), 1.50.76, y Brewer (Australia), 1.5 1.60. Otros americanos: Veris, 1.50.61, y Goodell, 1.50.62. El canadiense Peter Szmidt -también ausente-, que superó el récord mundial de 400 el pasado miércoles, logró el jueves en 200, 1.50.27, nuevo, récord de la Commonwealth.

Ya fue sorpresa que no ganara los 100 metros espalda -ni siquiera entró en la final- el australiano Kerry, que tenía 56.50. Pero más aún que ayer ganara el sueco Baron, con 56.53 -tenía acreditados 57.77- ante los soviéticos Ku znetsov, 57.63 (57.17) y Dolgov, 57.63 (57.65). Pero las cosas hubiesen cambiado con los norteamericanos en liza: Jackson había hecho 56.66, como Peter Rocca -doble plata en espalda en Montreal tras el retirado e insuperable Naber-. Barnicoat tenía 57.28 y el canadiense Pickett, otro ausente, 57.48.

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