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Alexanco, el futbolista más caro de España

El Barcelona ha dado una muestra más de su proverbial prodigalidad al pagar al Athlétic de Bilbao cien millones por su líbero, José Ramón Alexanco, un mocetón de Llodio con veinticuatro años de edad, diez partidos en la selección nacional española y excelentes condiciones para el puesto que ocupa. Se trata del más importante fichaje realizado entre clubes españoles, y no ha sentado nada bien a la afición bilbaína, que el domingo, en un partido de juveniles entre el Athlétic y el Zaragoza, abucheó fuertemente en San Mamés a la directiva.

No es la primera vez que el Barcelona refuerza su defensa a costa del Athlétic. Hace veinte años, uno de los hombres más significativos del Athlétic de entonces, Garay, pasó al Barcelona a cambio de cinco millones. Aquel traspaso dolió a la afición, que sigue recordándolo cada vez que contempla la «tribuna Garay», construida en una de las gradas de fondo de San Mamés con aquellos millones. Gracias a ese dinero la «tribuna de la misericordia» (queda junto a la Santa Casa de Misericordia) pudo ser ampliada con esa nueva tribuna. Ahora, cuando estamos en vísperas del Mundial en España y San Mamés proyecta una nueva ampliación, quizá estemos próximos a la construcción de una «tribuna Alexanco».El socio del Athlétic se queja de que su equipo no gana la Copa desde hace siete años y de que ya no es ni siquiera el giran equipo de Euskadi, pues la Real le ha arrebatado la supremacía del fútbol vasco. La directiva del Athlétic responde que hay sustituto en Guisasola, De Andrés y Bolaños, y que si se ha hecho el traspaso es porque la plaza está bien cubierta. No es fácil que estos argumentos convenzan a una afición sumamente decepcionada por la marcha deportiva del equipo. El traspaso de su líbero internacional (el líbero es un invento relativamente moderno, que en pocos años ha desplazado y anulado al cerebro, hasta el punto de convertirse en el puesto reservado al hombre más tranquilo, experto, técnico y sabio del equipo) supone, diga lo que diga su directiva, un debilitamiento sensible del equipo.

¿Y el Barcelona? El Barcelona no ha hecho otra cosa que ser fiel a sí mismo. Y tenía como líbero a Olmo, el otro hombre de la selección para el puesto, pero no le ha importado pagar cien millones por el muchacho de Llodio. Mientras, aún confía en que la Federación Argentina permita la salida de Maradona, por el que ahora también puja (son setecientos millones, nada menos) la Juventus de Turín. Pero Núñez, presidente del Barcelona, no se preocupa por eso. Su club ha tentado ya a todos los mejores futbolistas de Europa y no hay día que no se anuncien nuevos contactos. Francis, con la pierna rota; Rossi, descalificado por tres años; Rummenige, en la cima de su gloria.

Ayer también ingresó en su nómina Quini, a cambio de 80 millones de pesetas. Enrique Castro será jugador del Barcelona cobrando quince millones de pesetas por cada una de las tres temporadas por las que ha firmado.

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