_
_
_
_

La apatía rayista facilitó el triunfo del Athlétic

La sorprendente apatía general del Rayo, de la que apenas se salvan Anero, Tanco, Custodio y Clares, y las facilidades defensivas, empujaron el cómodo triunfo de¡ Athlétic. El equipo bilbaíno no tuvo necesidad de esforzarse en demasía, y su triunfo llegó por la ley del mínimo esfuerzo, y al amparo de los graves fallos rayistas.Pecó de ingenuidad y miedo el Rayo en San Mamés. Cuando cabía esperar un equipo, al menos aguerrido, voluntarioso y con afán por dejarse la piel en el campo, el Athlétic se encontró con un rival facilón, adormecido y con una mínima garra, impropia del equipo que se debate en zona de descenso con seis peligrosos negativos. Las arremetidas del lateral Urquiaga, la sapiencia de Rojo, y la peligrosidad adelante de Dan¡, como siempre, bastaron al Athlétic para encarrilar ya en el primer tiempo su victoria. Dan¡, pesadilla continua de Rocamora, volvió a resultar decisivo.

Hubo una jugada, sin embargo, que pudo haber servido al Rayo como balón de oxígeno, y como incentivo para mejorar su corto espíritu. Fue en el minuto veintiocho, cuando Goicoechea cortó en falta, dentro del área, una acción de Morena. García Carrión, árbitro que no suele arriesgar -dirigió el Madrid-Real Sociedad- contemporizó y pasó por alto la ¡legalidad.

El tercer gol vasco, nada más comenzar el segundo tiempo, supuso ya la confirmación del triunfo local. Al Rayo no se le había intuido nunca capacidad para alborotar excesivamente, aunque la codicia de Clares y el buen hacer de Custodio propiciaron sus mejores minutos. Morena aprovechó un claro penalti de Urquiaga para sumar su gol número veinte -se ha situado como «pichichi» de Primera-, y sendos remates de Custodio y Salazar permitieron a Aguirreoa lucirse en dos magníficas intervenciones.

Las ocasiones vallecanas, si embargo, habían caído más com producto de la lentitud bilbaína que como aciertos propios. Y en la práctica resultaron un espejismo aunque sirvió para poner de manifiesto que el Athlétic no está, precisamente, para alardes. Falló atrás, inconstante en la media, sólo con la sempiterna habilida ofensiva de Dan¡. Estas mínimas virtudes magnifican, por otro lado el pobre papel desempeñado por e Rayo.

La abultada victoria acabó de consumarla un jugador especial, sorprendente. Se trata de Sarabia, futbolista de excelente técnica individual, hábil regate y buena zancada, que volvió a marcar un gol precioso, al estilo del que le hizo al Madrid.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_