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Los rebotes, desventaja del Madrid ante el Maccabi

Cuarenta y ocho horas antes de que se dispute la final de la 21,1 edición de la Copa de Europa (mañana, a las ocho de la tarde y con televisión en directo) llegó el Real Madrid a Berlín. Su rival, el Maccabi, también está ya en la ciudad germana, y ambos se entrenarán hoy en la cancha de juego la Eissporthalle, con el fin de tomar contacto con los aros y tableros. A estas alturas se hace dificilísimo hacer un pronóstico, debido a la igualdad de los dos.

El Real Madrid se mueve dentro de la Copa de Europa como pez en el agua, y en experiencia aventaja ampliamente a su rival. No hay que olvidar que el conjunto español es el único que alcanzó el título europeo en seis ocasiones. Lolo Sainz, actual entrenador, ya ganó la Copa como jugador y también como técnico (Munich, 1978, ante el Mobilgirgi). El segundo entrenador, Ramón Guardiola, también estuvo con el conjunto blanco en esta competición como jugador y junto a Sainz en el banquillo. Para los Brabender, Rullán, Walter, Meister, que también participó con Mobilgirgi, y Corbalán, la competición resulta familiar.El Maccabi de Tel Aviv ha subido enteros de forma constante y fuerte en los últimos años. Antes sólo era rival peligroso en su cancha ante 10.000 espectadores, pero se ha: convertido en un gran equipo capaz de ganar a cualquiera. En 1977 llegó por primera vez a la final y se adjudicó el título ante el Mobilgirgi. Después siguió pisando fuerte por la competición. Sus norteamericanos, nacionalizados o naturalizados, le otorgan un poder reboteador capaz de decidir un encuentro. Junto a los importados tiene a sus dos grandes estrellas locales, Mickey Berkovitz y Moti Aroesti. El primero, además de ser un gran defensor -misión esta que no prodiga demasiado para no cargarse de faltas- es una máquina de hacer puntos. Aroesti es uno de los bases más inteligentes qué existen y manda muy bien en el equipo. Además de estos dos grandes jugadores, «por fuera», están Aulcie Perry, Louis Silver y Earl Williams, sin olvidar, ni mucho menos, a Jim Boarwright, que son dos verdaderos colosos bajo los aros. Es ahí precisamente, en el rebote, donde el Madrid tendrá sus mayores problemas, porque técnicamente se ve aventajado por los israelíes.

En el Real Madrid sigue siendo Juan Antonio Corbalán el que tiene la llave para poner el motor en marcha. Una feliz actuación del base madridista es poco menos que imprescindible para optar al triunfo. Al funcionar Corbalán funciona el equipo. Naturalmente, a partir de ahí hay que contar también con los puntos de Brabender y Walter, que son los que hacen moverse el marcador. Quedan los rebotes de Meister, aspecto con el que se puede contar, ya que es muy regular y eficaz en esta misión. Posiblemente todo esto no sea suficiente y de ahí que sea fundamental lo que pueda hacer Rafael Rullán, capaz de lo mejor y de lo peor.

Con estas perspectivas es evidente que el pronóstico se hace muy difícil. Hay que recurrir a decir que los dos equipos están al 50% de posibilidades. El que tenga un mejor día, ganará. No hay que olvidar que, en el Pabellón, el Madrid tan sólo logró ganar por un punto (97-96), y que en Tel Aviv el triunfo correspondió al Maccabi por 110-100, si bien es verdad que el partido era intrascendente para los blancos y muy importante para los israelíes.

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