Los responsables del tiroteo entre policías y guardias civiles han sido "corregidos"

Los responsables del tiroteo entre miembros de la Policía Nacional y la Guardia Civil, ocurrido el 27 de febrero pasado en Villarreal de Urrechúa, y en el que resultó gravísimamente herido el guardia Angel Langarita, han sido «corregidos», según una «versión oficial» que facilita Europa Press.Según esta versión, el comisario jefe de Zumárraga, tras advertir al jefe de puesto de la Guardia Civil de Villarreal -las dos localidades se encuentran unidas, aunque con ayuntamientos distintos-, ordenó que un grupo compuesto por dos inspectores, un cabo y dos policías nacionales se trasladaran a Villarreal para retirar carteles de propaganda del Movimiento Comunista. Los carteles -la nota no lo señala- incluían la efigie del general Sáenz de Santamaría.

Hacia la una y veinte de la madrugada -han señalado-, y cuando el grupo finalizaba su tarea, se presentaron en el lugar los guardias civiles José Torres López y Angel Langarica, quienes se habían ausentado de su puesto de Legazpia, donde se encontraban concentrados, para cenar en Villarreal. Los guardias civiles desconocían la tarea que realizaban los policías.

En el momento del encuentro -han añadido-, los guardias civiles estaban de paisano y los policías nacionales no llevaban al completo su uniforme.

Las iniciales sospechas de los guardias civiles motivó que éstos empuñaran sus pistolas, por lo que miembros de la policía redujeron y desarmaron al guardia Torres, mientras el guardia Angel Langarica disparaba su pistola y corría a protegerse tras unos coches, momento en que fue abatido por un disparo efectuado con una escopeta Remington de postas por un miembro del Cuerpo Superior de Policía.

Momentos después se comprobó la identidad de unos y otros. El hecho de que los policías no llevaran uniforme completo y la presencia de los dos guardias civiles fuera de su demarcación originó que la identificación mutua no se hiciera de forma rápida.