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El Madrid le pasó por encima al Rayo

Un Rayo increíblemente relajado en los marcajes y un Madrid alegre y rápido coincidieron en Chamartín para dar lugar a una espectacular goleada. Los últimos acontecimientos vividos en el club tienen bajos de moral a los jugadores rayistas, y los dos primeros y rápidos goles del Madrid terminaron de hundirles. El partido fue un paseo para el Madrid, que le pasó literalmente por encima al Rayo. Los de Vallecas ni siquiera tuvieron el consuelo del golito del honor, por, que García Remón siempre supo neutralizar los tiros de Morena.A Mora, portero del Rayo, empezó pronto a olerle el partido a chamusquina. Tras unos minutos de tanteo, Stielike se le plantó solo en el pico del área chica, y, aunque el meta rayista pudo despejar apuradamente con el cuerpo su fuerte disparo, en el córner subsiguiente Santillana abría el marcador en cabezazo perfecto. Dos minutos después, el líbero José Mari entretuvo tontamente un balón, que le arrebató Santillana, para entregárselo a Juanito, y así llegaba el segundo gol. En diez minutos, el Rayo perdía por dos a cero ante el Madrid y en el Bernabéu. Pocos equipos pueden levantar eso.

Y el Rayo no es de esos equipos. El Rayo dio el partido por perdido se abandonó a su suerte, sin apenas luchar por ella. Aflojó en los marcajes. quizá porque ninguno de sus jugadores pensó que valía la pena correr y sacrificarse para pedir una derrota que ya estaba consumada. El Madrid jugó a placer. Sus medios recibían el balón en solitario. levantaban la cabeza, arrancaban, buscaban un hueco detrás de la defensa y no encontraban uno, sino tres, y ponían el balón en uno de ellos para el remate de un compañero. No le importó al Madrid perder pronto a dos de sus más importantes jugadores, Stielike y Juanito. Stielike es básico para Imponer la fuerza en la media, pero ante el Rayo el Madrid no tenía que pelear por el dominio en esa zona. porque se le regalaba: Juanito es el hombre vivo que sabe crear resquicios cuando no los hay, pero el Rayo dejaba tales claros que no hacía falta níngún ingenio para verlos y explotarlos.

Hacía falta simplemente sentido de la oportunidad y buen toque de balón para llevar el balón al hueco, y ambas cosas las tuvieron Del Bosque y García Hernández, que además gozaron del reposo necesario para rendir al ciento por ciento. García Hernández confirmó que es un excelente jugador, merecedor de mejor suerte que la de simple suplente de la media. Estuvo siempre en la zona precisa, tocó bien el balón y llegó al remate varias veces. Su contribución a la goleada fue decisiva.

Con estos planteamientos era lógico que el Madrid se apuntase muchos goles. El Rayo, si bien atrás se dejó sacrificar, de media para arriba hizo algunas buenas cosas. La tripleta de ataque se salvó del desastre. Manolo se movió bien para abrir huecos, Morena estuvo en su sitio siempre y Alvarito se apuntó buenas jugadas en la segunda parte. Pero todo el fútbol de ataque del Rayo terminó en manos de García Remón. excelente en dos cabezazos de Morena y correcto en varias otras intervenciones. El crack uruguayo no pudo gozar ni del consuelo del tanto del honor, pero la facilitad con que un equipo tan desmoralizado creó oportunidades de gol habla de cierta inseguridad del Madrid atrás. San José arrastra una lesión que le Impide rendir, y por su lado suele ofrecer el Madrid facilidades, y la lesión de García Navajas ha dejado al Madrid sin su mejor suplente para el centro de la defensa.

El partido terminó con siete goles, que pudieron ser algunos más. Mora, aunque suene ridículo decirlo, hizo un buen partido y achicó bastante el tanteo final. El Madrid, que había perdido en sus dos últimas salidas, y sin marcar en ellas ningún gol, ha recuperado moral para la visita al Camp Nou, el partido más esperado de la temporada. Pero la baja de Stielike -con tirón, que puede impedirle jugar ante el Barcelona- ensombreció la alegría de la goleada.

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