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La URSS, favorita en el Torneo de Navidad

A partir de mañana se disputará en el pabellón la 15.ª edición del Torneo de Navidad, con un atractivo cartel, en el que, de momento, destaca la selección de la Unión Soviética, actual campeona de Europa. Intervendrán, además, el conjunto norteamericano Athletes in Action, Joventut, de Badalona, y Real Madrid. Los soviéticos son los favoritos, y los norteamericanos, la incógnita.

Organiza el Torneo la FIBA, a través de la Comisión de Organizaciones Internacionales, que preside Raimundo Saporta. De las catorce ediciones anteriores, once de ellas se las adjudicó el Real Madrid. Ignis (hoy Emerson), de Varese; Simmenthal (hoy Billy), de Milán, y North Carolina, fueron los otros ganadores.Por fin se ha hecho un Torneo de Navidad cuyo principal fin no es el de que lo gane el Madrid, sino el de que los aficionados puedan ver buen baloncesto; porque si también la selección soviética falla habrá que empezar a pensar en que el torneo está embrujado de blanco. No debe ser así y el equipo de la URSS se adjudicará el título de campeón, con lo que, salvo en el caso del North Carolina, seguirá sin salir de Europa. Curiosamente, siempre hubo menos representación europea que de los otros continentes.

A la hora de hacer una breve historia, hay que volver a decir que el torneo fue muy bueno en sus dos primeras ediciones, jugadas ambas en 1966 (enero, coincidiendo con la inauguración del pabellón y en las fechas que luego ya serían habituales: en diciembre). En el primero se pudo ver a dos grandes equipos que disputaron una emocionante y bella final. Ignis y Corinthians, de Sao Paulo, dejaron huella en el pabellón. En diciembre de ese mismo año se suavizó un poco el torneo, al que se definió como Copa Latina: Villerbanne, de Lyon; Benfica, Simmenthal, de Milán, y Real Madrid. Tampoco esta vez pudieron los blancos con los italianos, que vencieron en una final en la que se pasó holgadamente de los cien puntos, después de cuarenta minutos de un baloncesto de alto nivel.

Empieza el declive en 1967

En vista de que el Madrid no ganaba el torneo para la tercera edición, los organizadores se fueron a buscar un equipo australiano (Victorian) y un argentino (River Plate), que, junto con el Joventut, completaron el cartel, y el conjunto blanco se alzó al fin con el torneo. La disculpa que se puso para no traer equipos europeos era la de que al Madrid no le interesa enfrentarse a ellos porque luego los tendría como rivales en la Copa de Europa. Curiosamente, el Madrid, que perdió con el Simmenthal en el torneo, le venció unos meses después en la final europea, que, también curiosamente, se celebró en el pabellón.A partir de ahí, tan sólo la ignorancia popular en lo que a baloncesto se refiere; el hueco que el deporte deja en estas fechas y la pequeña pantalla, que hacía que se le atragantara el turrón a más de uno ante tal bodrio, salvaban el torneo, al que siempre se apoyó mucho en todos los medios de comunicación. Se concedió un paréntesis, en el 1974, en el que vino North Carolina y se llevó brillantemente el torneo.

La incógnita está en lo que deparen los norteamericanos, de los que se tienen buenas referencias, en especial de un pivot de 2,18 metros y veinticinco anos: Ralph Drollinger. Parece que renunció a una oferta de los profesionales cuando se graduó en UCLA, y dijo que prefería el «evangelio». Hay que aclarar que Drollinger pertenece a la Campus Crusade for Christ, una poderosa asociación religiosa a la que pertenece el Athletes in Action. Es un firme candidato a ser pivot con Estads Unidos en los Juegos Olímpicos de Moscú.

Los soviéticos están en plan de preparación para los Juegos, pero, aun en el caso de que no estén en su mejor forma, traen hombres con categoría y centímetros más que suficientes para vencer al Madrid en el último partido. Los blancos juegan bien este torneo; lo harán con su equipo de Copa de Europa, pero es fácil pensar que inevitablemente piensan ya en su choque del, 5 de enero en el Palau Blau Grana, decisivo para la Liga.

No está en su mejor momento el Joventut, que, al tener la baja de Luis Miguel Santillana, sale como víctima del torneo, pese a que también pueda alinear a sus dos norteamericanos: Ed Johnson y Al Carlson.

Peligro de desaparición

Es ésta, sin duda, la mejor edición del Torneo desde hace años. Sin embargo, parece que hay cierto peligro de que éste desaparezca. El torneo está organizado por la FIBA, que en este caso pueden traducir por Raimundo Saporta, que siempre fue el anfitrión del mismo. Saporta ve problemas para la próxima edición porque no va bien el paralelismo que, por razones obvias, deben guardar televisión y marca patrocinadora. Es decir, que FIBA organiza, Philips pone el dinero y el Madrid cede el campo. Hay posibilidades de que el año que viene las cámaras de televisión no hagan el mismo despliegue que hasta ahora, y los patrocinadores dicen que si no hay televisión no hay dinero. El Madrid, como se ve, queda un tanto desligado del tema, y en el fondo no deja de ser un equipo más, que goza del privilegio de jugar en su cancha. Ralmundo Saporta ha confesado tener cariño al torneo y mucho interés en que no desaparezca, pues tan sólo hay otro en Bulgaria que se mantiene. Se crearon y jugaron muchos, pero fueron desapareciendo. Saporta tendrá que hacer un hueco en sus tareas como presidente del Mundial-82 y darle vueltas a la cabeza, hasta que dé con un «invento» para que haya una 16.ª edición del Torneo de Navidad.

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