Escuredo no logró apoyo a sus deseos de presidir el PSOE andaluz

El presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo, pretendió ser elegido también presidente del PSOE andaluz en el congreso celebrado por esta organización el pasado fin de semana, según pudo saber EL PAIS en fuentes dignas de crédito. Escuredo no consiguió apoyo a su propuesta, siendo elegido para ocupar la presidencia Luis Yáñez, con el 99% de los votos representados en el congreso, al frente de una candidatura consolidada, en parte, gracias a la intervención de Alfonso Guerra.

Cuando ya la lista de candidatos a la comisión ejecutiva regional habla sido prácticamente acordada entre los autonomistas, mayoritarios, y agrupaciones vinculadas al sector nacionalista dirigido por Rafael Escuredo, éste presionó de forma insistente -durante la madrugada del domingo- para que el cargo de presidente, de nueva creación, no fuese a parar a Luis Yáñez, sino que recayese en Manuel Chaves o en él mismo.Dado que la candidatura de Chaves estaba descartada de antemano por su dedicación casi exclusiva a UGT, el planteamiento quedaba reducido a escoger entre Luis Yáñez y Rafael Escuredo. Hubo una reunión urgente, a las cinco de la madrugada del domingo, de los portavoces de las delegaciones presentes en el, congreso, en las que participó también Alfonso Guerra En esta reunión, el propio Yáñez insistió en que él no ambicionaba el cargo ni quería ser motivo de disensión entre los socialistas andaluces.

Lo más significativo fue, no obstante, que ninguno de los portavoces apoyó la candidatura de Escuredo. Incluso el almeriense Joaquín Navarro, uno de los más cualificados adversarios de Rodríguez de la Borbolla e inspirador de la ponencia más nacionalista presentada al congreso, consideró «impresentable» la pretensión del presidente de la Junta de presidir también el PSOE andaluz.

La actitud de Escuredo contribuyó a hacer el final del congreso especialmente conflictivo y ha sido duramente criticada por diversos miembros de la nueva ejecutiva para quienes «el presidente pidió más de lo que debía haber pedido», dando un paso en falso de consecuencias imprevisibles para su futuro político. Sin embargo, las mismas fuentes rechazaron que Escuredo pueda considerarse como el gran perdedor del congreso subrayando que Rodríguez de la Borbolla ha tenido que ceder en la confección de la lista definitiva, en la que han entrado hombres de confianza del presidente, corno Vallés, Lazo y Regio.

Lo más positivo que ha podido obtener Rafael Escuredo del congreso ha sido una declaración, aprobada unánimemente, de apoyo a la actuación de la Junta de Andalucía y a los socialistas que en ella trabajan. Según sus propios adversarios, este apoyo incluiría la retirada del PSOE de la Junta si el 28 de febrero no se celebra el referéndum autonómico, reforzando así la anunciada dimisión del presidente.

Este apoyo fue confirmado ayer a EL PAIS por el nuevo presidente, Luis Yáñez, quien advirtió sobre la posibilidad de llamar a movilizaciones pacíficas al pueblo andaluz si se confirma el rumoreado retraso del referéndum de febrero. En otro orden de cosas, Yáñez aseguró que no pretende ser un presidente honorífico, aunque matizó que tal vez sus ocupaciones dentro de la comisión de relaciones exteriores del partido le impidan dedicarse de lleno al PSOE de Andalucía, nueva denominación adoptada por el partido. Por lo demás, el secretario regional saliente, José Rodríguez de la Borbolla, resultó reelegido con el 80% de los votos.