Sombrío panorama para las Comunidades Europeas por su ampliación a Grecia, Portugal y España
De «reflexión muy sombría», según sus propias palabras, puede calificarse la intervención ante la comisión política del Parlamento Europeo del italiano Lorenzo Natali, vicepresidente de la comisión europea responsable del proceso de ampliación de la CEE. Natali salió de la tradicional explicación del calendario negociador, «cuyo ritmo es satisfactorio», tanto para Portugal como para España, y se adentró en un análisis sobre las consecuencias negativas que puede tener para el Mercado Común el proceso de ampliación con los ingresos de Grecia, España y Portugal.Incidencias negativas para la agricultura, el desempleo, el equilibrio regional y los sectores industriales en crisis fueron puestas de manifiesto por Natal¡. En resumen: un «grito de alarma» ante la comisión parlamentaria más importante de la asamblea europea, cuyos ilustres representantes polarizan las posturas de las grandes corrientes políticas de la Europa de los nueve.
No faltaron precisiones de los comunistas franceses, «totalmente contra la entrada de España en el Mercado Común, en interés de la clase trabajadora francesa e incluso española», según el PCF.
El representante de los «anti-Mercado Común» daneses se declaró «completamente de acuerdo por la ampliación, porque aceleraría la destrucción del Mercado Común». Los demás grupos políticos fueron, naturalmente, más moderados, pero compartieron la visión «sombría» de Lorenzo Natali.
La reflexión podrán continuarla conjuntamente con los diputados españoles, en el curso de la sesión mensual de noviembre del Parlamento Europeo, la semana próxima, en Estrasburgo, con motivo del primer encuentro de una comisión mixta parlamentaria CEE-España.
En realidad, Natali no dijo riada nuevo ante la comisión política del PE. Repitió conceptos, advertencias y temores expuestos anteriormente en otros documentos de la comisión europea, en particular en el denominado fresco y en el dictamen que precedieron a las negociaciones para la adhesión española a la CEE.
A los problemas actuales de la CEE (desempleo, crisis industrial, excedentes agrícolas, disparidades regionales) se sumarán los que aportarán Grecia, España y Portugal. « Sin embargo, no soy pesimista», afirmó Natali ante los parlamentarios. Añadió una serie de orientaciones que la comisión europea quiere poner en marcha inmediatamente, pero con apoyo de los respectivos Gobiernos de la CEE -que han dado su sí unánime al proceso de ampliación-, para que las transformaciones de la actual CEE de los nueve a la futura CEE de los doce no concluyan en un «fenómeno de disolución», como desea el parlamentario danés.
Controlar mejor ciertas producciones agrarias, estimular el proceso de concentración industrial entre la CEE y los tres nuevos Estados miembros, ampliar la capacidad financiera del fondo regional y facilitar un trasvase de recursos financieros, en el caso de Portugal, son los principales puntos que Natafl propone con carácter de «acciones inmediatas». Los aspectos institucionales se dejan de la mano de los «tres notables», que presentarán su informe al Consejo Europeo de jefes de Estado y de Gobierno de la CEE, el 29 y 30 de este mes, en Dublín.
Pesimismo, realismo y esperanza son los tres conceptos ligados en el debate Parlamento-comisión, relativo a la ampliación de la CEE. Un debate que promete plantearse cada vez de manera más radical tanto en los foros de la CEE como en los españoles. Paralelamente, los expertos continúan su labor y no pasa semana en Bruselas sin una reunión técnica España-CEE, para ir despejando el difícil terreno negociador, donde se mezclan, en última instancia, factores económicos y políticos.
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