El dinero resolvió la formación de los grupos de Tercera

Casi sesenta millones de pesetas ha supuesto la modificación de cuatro de los ocho grupos de Tercera División, cuya formación fue aprobada por mayoría en asamblea general. Precisamente el dinero -las promesas de los millones- solucionó el problema originado por los clubs vascos y extremeños que no aceptaron el acuerdo de toda una asamblea general. Después de casi cuatro horas de discusión, los ochenta clubs de Tercera División que de alguna forma se podían ver afectados por las modificaciones propuestas llegaron ayer a un acuerdo definitivo en una reunión en la que no faltaron las discrepancias, voces más o menos altas que a punto estuvieron de llegar al insulto.Un total de veintiocho clubs han sido considerados «perjudicados» por la nueva formación de los grupos segundo, tercero, quinto y séptimo de la categoría. Tales perjuicios han sido recompensados económicamente. Cada uno de esos veintiocho clubs recibirán dos millones de pesetascantidad que se verá incrementada en 250.000 pesetas más para el Toledo y el Talavera.

Los cinco equipos que aceptaron integrarse en el grupo segundo, junto con los vizcaínos y guipuzcoanos, son tres aragoneses: Sabiñánigo, Aragón y Ejea, y dos casllanos: Talavera y Toledo. Tres equipos extremeños: Mérida, Extremadura y Llenerense, prácticamente se vieron obligados a formar parte del grupo andaluz.

Ante esta última decisión, los clubs extremeños han sido divididos en dos grupos, ya que, además de los tres citados que han pasado al grupo andaluz, cuatro han sido incluidos en el grupo quinto, formado por clubs de la región centro y tres canarios. Se trata de los clubs extremeños Don Benito, Villanovense, Plasencia y Cacereño. Los clubs castellanos de este grupo aceptaron se incluyera en el mismo al Plasencia y al Cacereño, con la condición de que cada vez que vayan a los campos de estos dos equipos se les abone un total de 150.000 pesetas, cantidad que se estima supondrá el aumento de los gastos de transporte.

Después de que se formaran los grupos en los que se incluyó a extremeños y vascos, con lo que parecía solucionado el problema, restaba por resolver el grupo en el que formarían los navarros y cántabros -éstos dijeron taxativamente que no queríanjugar con los vascos por problemas políticos-, así como los otros equipos que les acompañarían. Ningún club aceptaba su Inclusión en este grupo. Se resolvió con la promesa de que cada uno de los veinte que lo formarán recibiría dos millones de pesetas.

Una vez que todos los clubs aprobaran la nueva distribución de los cuatro grupos, firmaron el acta de la reunión. Pablo Porta remachó en numerosas ocasiones que los acuerdos tomados, tanto deportivos como económicos, servirán solamente para la próxima temporada y que de ninguna manera sentarán un precedente.