El Hércules, en un fiojo partido, goleó al Rayo
Nada más comenzar el encuentro se víeron claramente las intenciones del equipo rayista: amontonar hombres en el centro del campo y en la defensa, dejando en punta sólo a Marian y Alvarito. Esta táctica de concentración se fue al traste a los seis minutos, cuando Abad conseguía el primer gol. Con un tanto en ccrntra el Rayo abrió sus líneas facilitando así la penetración de los delanteros locales, que se colaban con rapidez hacia los dominios de Hierro.Para el Hércules, el partido no tuvo problemas en la primera parte, ya que, además de los dos goles contó con oportunidades para haber conseguido cinco o seis más, pero los aciertos de Hierro lo impidieron. Así, por ejemplo, en el minuto 4, una penetración de Carcelén hasta el palo con centro sobre el área fue despejada a cómer por el guardameta; a los trece minutos, una jugada de Juan y Verde, con disparo del último, fue a las manos del portero. A los 20 minutos, pase en profundidad de Giuliano a Moyano, que se coló dentro del área. Allí dio el pase «de la muerte » y falló Kustudic en la boca del gol. Poco después Carcelén remató de cabeza y el balón salió rozando el poste. A los 33 minutos, remate de Kustudic y despeja a córner Hierro.
En la continuación el Rayo salió apretando más, pero las primeras ocasiones fueron para el Hércules. En el minuto 50 Kustudic, con la puerta vacía, lanzó fuera. A raíz del tercer tanto el Rayo se lanzó al ataque y puso en peligro la meta de Amador. En el minuto 28, pase de Pozo a Nieto y el balón se estrelló en el larguero. Cinco minutos más tarde Pozo, desde fuera del área, lanzó un trallazo y el balón volvió a los palos. Un minuto después, en una melée ante el marco alicantino, tiró Marian y rechazó Amador. Recogió Tanco para marcar el gol.
El Rayo dio una pobre impresión en el Rico Pérez, poco más o menos como le ocurrió al Hércules en Vallecas. Sus jugadores estuvieron muy nerviosos, sobre todo la defensa. Los centrocampistas alicantinos se impusieron sobre los madrileños. En resumen, flojo partido del Rayo ante un Hércules que, sin brillar, goleó.
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