Evolución favorable en el estado de Pilar Careaga
Evolucionaba ayer favorablemente el estado de Pilar Careaga, ex alcaldesa de Bilbao, que a mediodía del domingo sufrió un atentado del que salió con vida, a pesar de haber sido alcanzada por una bala que quedó alojada en un pulmón. En el hospital civil de Basaurto-Bilbao existía ayer un absoluto silencio informativo sobre el estado de la herida, de la que sólo se sabía que estaba fuera de peligro. Noticias contradictorias se produjeron a lo largo de la jornada en torno a una pretendida operación para extirparle el proyectil.
El atentado se produjo a las 13.15 del domingo, en el municipio de Guecho. Cuando la ex alcaldesa se dirigía en su vehículo -un Seat-127- hacia la iglesia del Carmen, muy cercana a su palacete de Neguri, para asistir a misa. Cuando el coche, conducido por ella misma, que iba acompañada por su marido, Enrique Lequerica, enfilaba la calle de El Carmen, a cien metros ya de la iglesia, un joven de unos veinticinco años, pelo moreno y estatura media, vestido con un gabán verde y pantalones azules, que esperaba en la acera, saltó a la calzada y desde detrás del vehículo, a unos cincuenta metros hizo seis disparos contra el vehículo. Tres de los proyectiles perforaron la matrícula, un cuarto atravesó el depósito de la gasolina para ir a dar en la calzada en tanto que otros dos entraba por la luneta posterior del coche. Una de estas dos balas alcanzó en la espalda a Pilar Careaga.«Enrique, me han cazado», fueron las primeras palabras de la ex alcaldesa de Bilbao a su marido -que resultó ileso- al sentir el impacto del proyectil en su cuerpo. Pilar Careaga, que se percató inmediatamente de los disparos, aceleró la velocidad del vehículo en el momento del atentado, deteniendo su marcha cuarenta metros más adelante. Aún consciente, salió por su propio pie del coche siendo atendida por su marido y varias personas que salían en ese momento de la cercana iglesia, una vez concluida la misa de 12.30. El agresor, por su parte, abandonó el lugar a paso rápido, pero sin correr, para perderse en unos segundos por la calle de Antonio Menchaca. Algunos testigos creer haben visto a dos jóvenes más que habrían participado en el atentado: el uno, como apoyo al tirador, y el segundo, al volante de un coche con el que el presunto comando se dio a la fuga.
Pilar Careaga fue trasladada urgentemente al puesto de socorro de San Ignacio y, posteriormente, al hospital civil de Bilbao, donde pasó directamente al quirófano. Allí se observó que el proyectil, que había penetrado por el omóplato derecho, quedaba alojado en el pulmón del mismo lado, afectando previsiblemente la tráquea. El equipo médico optó por no extraer la bala, procediendo únicamente, en principio, a drenar la herida y colocar a la enferma un tubo con el fin de facilitarle la respiración.
Entre grandes medidas de seguridad, Pilar Careaga fue luego conducida al pabellón Allende del mismo centro hospitalario, en torno al que se creó una verdadera barrera de vigilancia policial. Las visitas quedaron terminantemente prohibidas y el más estricto silencio médico se hizo en torno al estado de la herida, que fue calificado, de forma oficiosa, como «reservado».
En el lugar del atentado se encontraron cinco casquillos de bala calibre 9 mm Parabellum. Todo hace pensar que la paternidad del atentado pueda ser imputable a ETA, que ya en el pasado había amenazado a Pilar Careaga quien había observado, hace algún tiempo, fuertes medidas de seguridad que, al parecer, había desechado últimamente.
A pesar de que a primeras horas de la noche del domingo se rumoreó que Pilar Careaga había sido ya intervenida quirúrgicamente y, que la bala le había sido extraída, lo cierto es que a media tarde de ayer no se había confirmado este extremo. Sí parecía asegurado que el estado de la herida registraba «mejoría dentro de la expectativa normal ante posibles complicaciones en una persona de edad» (la ex alcaldesa de Bilbao tiene en la actualidad setenta años).
Alcaldesa del 69 al 77
Pilar Careaga nació en Madrid el 26 de octubre de 1908. En 1929 obtuvo el título de ingeniero industrial, lo que la convirtió en la primera mujer en la historia de España que terminaba esta carrera. Durante la República colaboró con fuerzas de derecha; en el 36 fue encarcelada en Madrid y pasó al bando nacional en un canje de prisioneros. Después de la guerra ocupó diversos cargos hasta que el 8 de julio del 69 se hizo cargo de la alcaldía de Bilbao, en sustitución de Javier Ybarra, asesinado por ETA hace dos años. En 1977 cesó en el cargo a petición propia.
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