El Gobierno anuncia que UCD vence al PSOE por más de 50 escaños

El resultado de las elecciones legislativas celebradas ayer ha permitido al partido gubernamental, Unión de Centro Democrático, si no lograr la mayoría absoluta que le permita gobernar holgadamente, sí una mayoría destacada, que mejora los 165 escaños obtenidos en 1977. La jornada electoral se desarrolló con gran normalidad y los primeros resultados fiables no se conocieron hasta bien avanzada la madrugada. A las cinco y media de la mañana, el señor Martín Villa anunciaba la victoria de UCD.

El partido en el Gobierno, UCD, ha registrado, en conjunto, ligero avances, según los últimos dato oficiales, con el 72% del censo escrutado, tanto en votos populares (medio punto) como en escaños con respecto a los comicios anteriores del 15 de junio. El prime partido en la Oposición, el PSOE ha registrado un levísimo retroceso en votos populares, media décima, y una ligera mejora en escaños. Hay que destacar que los seis puntos de votos populares con que aventaja UCD al PSOE suponen al primer partido una ventaja de unos cincuenta escaños.Los otros partidos minoritario ofrecen un cuadro renovado, y que mientras el PCE mantiene posiciones con mejora de medio punto en votos populares y de algún escaño, Coalición Democrática, heredera de Alianza Popular, desaparece prácticamente del mapa, al no conseguir más de ocho escaños y perder más del 50% de sus antiguos votos. Partidos de ámbito no nacional a nivel de todo el Estado español, como el PNV y Convergencia i Unió de Catalunya, desplazan en importancia, en cuanto a escaños, a la coalición de Fraga, Areilza y Osorio. Otros partidos que han obtenido un indudable éxito son el Partido Socialista Andaluz, de Rojas Marcos, que se sentará en el Parlamento con cuatro diputados, y Herri Batasuna, que desborda a Euskadiko Ezkerra. Esta última coalición mantiene su antiguo diputado por Guipúzcoa, frente a. los tres de la coalición HB.

El ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, ofreció una rueda de prensa al filo de las cinco y media de la madrugada, en medio de una gran expectación, y ante numerosísimos informadores y muy pocos líderes políticos. Entre estos últimos destacaba la presencia del secretario general del PCE, Santiago Carrillo, y otros varios candidatos comunistas. El señor Martín Villa ofreció a esa hora unas estimaciones, según las cuales UCD obtendrá 170 escaños y el PSOE 116, «dos más, dos menos».

El ministro del Interior informó ampliamente, con tono rutinario y logrando contener la satisfacción por los resultados de su partido. Sin embargo, se negó a mantener la anunciada rueda de prensa con los informadores, por considerar que sólo unas horas más tarde, cuando dispusiera ya de un mayor número de datos. tendría sentido que contestara a las preguntas de los periodistas.

Además de los 170 escaños atribuidos a UCD y los 116 al PSOE, el señor Martín Villa señaló que el PCE obtendría veinticinco diputados; Convergencia i Unió, diez; Coalición Democrática, ocho; Partido Nacionalista Vasco, otros ocho; Partido Socialista de Andalucía, cinco; Herri Batasuna, tres; Partido Aragonés Regionalista, uno; Euskadiko Ezkerra, uno; Unión Nacional, uno, y Pueblo Canario Unido, otro diputado.

El ministro del Interior prometió que en su siguiente comparecencia ante los periodistas, prevista para las ocho de la mañana, podría ya ofrecer datos concretos sobre el resultado electoral para el Senado, cuyo escrutinio -según dijo- «es mucho más lento».

Tras la información del señor Martín Villa -quien también difirió para más tarde la explicación sobre la ruptura del ordenador ocurrida a las dos y media de la madrugada-, en el centro de prensa se produjo una desbandada general. La mayoría de los políticos se dirigieron hacia sus respectivas sedes. Santiago Carrillo lamentó «la baja del PSOE». «Esto es malo para la izquierda -comentó-; ellos han perdido más de lo que pensaban y nosotros hemos ganado más de lo que esperábamos, pero aunque no estoy sorprendido, no creo que sea bueno para la izquierda.»

Optimismo en UCD y decepción en el PSOE

Según se aproximaba el nuevo día, UCD iba transformando su inícial optimismo de la primera hora de la madrugada en seguridad y en clara actitud de vencedor, Por el contrario, el PSOE pasó de la euforia en los primeros momentos tras el cierre de los colegios electorales a la desilusión en la hora de la madrugada. recobró de nuevo la esperanza hacia las tres o las cuatro y, terminó frustado finalmente por el frío y objetivo resultado de los ordenadores.

Coalición Democrática llegó a una situación parecida, una vez conocidos oficiosamente los resultados definitivos. Estos demostrahan que CD había perdido la mitad del electorado obtenido en junio de 1977 por Alianza Popular y que se había esfumado la posibilidad de crear el partido unido que habían soñado Fraga, Areilza y Osorio.

Junto con UCD, el partido más satisfecho por los resultados en la madrugada pasada fue el Partido Comunista de España (PCE). Según Carrillo, «la clase obrera ha dado una lección al PSOE». A las cuatro y media de la madrugada, el secretario oeneral del PCE marchó al centro de prensa, instalado en el Palacio de Congresos y Exposiciones, después de afirmar: «Voy a entrar como un señor.»

UCD celebró su victoria con una fiesta electoral a la americana montada en un hotel madrileño. El secretario general del partido, Rafael Arias Salgado, despachaba abrazos para celebrar la victoria. «¿Quién piensa ahora en Gobiernos de coalición?», repetía, y añadía: «Vamos a llegar como mínimo a los 170 diputados y con eso nos bastamos solos. »

En Cádiz, Alejandro Rojas Marcos, secretario general del Partido Socialista de Andalucía (PSA), mostraba parecida euforia por la victoria de su partido en el área andaluza. Telefónicamente, Rojas Marcos declaró a EL PAIS que el PSA no entrará en un Gobierno de coalición, aunque hicieran falta diputados para ello. El PSA, según manifestó su secretario general, dará la cara en el parlamento a favor de los intereses andaluces e intentará acabar con lo que él califica de sucursalismo de la Junta de Andalucía impuesto por el PSOE y demás partidos centralistas.