El centro portugués gira a la derecha

El Tercer Congreso del Partido de Centro Democrático y Social (CDS), que terminó ayer en Oporto, consagra el abandono por el tercer partido portugués de la política de centro-izquierda que lo llevó a compartir el poder durante los seis primeros meses de este año con el Partido Socialista.

Mediante un audaz viraje a la derecha, el CDS se propone ahora transformarse en «partido demócrata-cristiano liberal». El punto principal de la resolución de orientación política, adoptado por 1.200 delegados reunidos en Oporto, es la adopción de una lucha acentuada contra la actual Constitución portuguesa, que tiene que ser completamente revisada en función de una idea liberal que ponga el acento sobre la necesidad de producir, en vez de distribuir. A la hora de transmitir esta crónica, no se sabe todavía si triunfará el punto de vista del ala derecha del congreso, que preconiza un referéndum constitucional en el plazo más corto posible.

El diputado Lucas Pires afirmó en el primer día de los debates que el presidente de la República tiene -si quiere- el poder de proponer mediante referéndum una Constitución totalmente diferente a la actual, sin que nadie -ni siquiera el Consejo de la Revolución, «este cadáver mal enterrado», según expresión del dirigente demócratacristiano pueda legalmente oponerse a esta iniciativa.

Otro elemento de sorpresa en este fin de semana es la reunión extraordinaria del consejo nacional del Partido Socialdemócrata, pedida por su presidente, Francisco Sa Carneiro, para el lunes, a fin de examinar la posición que este partido adoptará el martes, cuando se vote el programa del Gobierno. Según fuentes próximas a la dirección del Partido Socialdemócrata, el desarrollo del debate parlamentario ha hecho surgir dudas entre los socialdemócratas acerca de la posición del inicio favorable que este partido había decidido adoptar en relación al Gobierno de Mota Pinto.