Conmoción salvadora.
Urruticoechea, el guardameta del Español, sigue internado en franca mejoría, tras la conmoción cerebral sufrida el pasado sábado, en Sarriá, frente al Zaragoza. El comité de competición decidió no sancionar al jugador, a pesar de su expulsión por agresión a Antich. Dicho comité aceptó la observa ción al acta arbitral hecha por el Español, en el sentido que Urruti estaba ya inconsciente al dar el puñetazo al jugador zaragozista, y que, por tanto, no era responsable de sus actos. Lo cierto es que la acción punible del guardameta, al margen de la dura entrada de Antich y del momento exacto de la conmoción, no es posible que la realice una persona en estado de inconsciencia, como ingresó poco después en la clínica el jugador. Y la filmación televisiva, así como testigos presenciales, «avalan» la perfección y dureza del «crochet» aplicado. En este caso se ha tratado de una conmoción salvadora.
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