UGT mantiene la compatibilidad de cargos políticos y sindicales

ENVIADO ESPECIAL,Una amplia derrota a la moción sobre incompatibilidad de cargos entre la ejecutiva del sindicato y la de los partidos políticos, la aparición por primera vez en estas jornadas, y entre fuertes aplausos, de la palabra marxismo, las intervenciones de los secretarios generales de Juventudes Socialistas y del PSC, y el enorme retraso en la elaboración y discusión de las ponencias fueron los aspectos más destacados de la penúltima sesión del XXXI Congreso de la UGT, que hoy se clausura en Barcelona.Dentro de la ponencia sobre política sindical, pendiente de aprobación a la hora de cerrar esta edición, existen fuertes críticas del pacto de la Moncloa (e incluso alguna propuesta para no aceptar en el futuro este tipo de pactos), un voto particular para que se incluya la vocación republicana de la UGT, otro relativo al apoyo crítico a un posible Gobierno PSOE, la clara preponderancia de la sección sindical sobre los comités de empresa y la elección de las alianzas conforme a los objetivos inmediatos.

La elección de la ejecutiva, que estaba fijada para primeras horas de la tarde de ayer, se retrasó sensiblemente, tanto por la demora de los trabajos de las comisiones como por las fuertes presiones que en torno a la figura de Manuel Garnacho, actual secretario de coordinación de federaciones de industria y aspirante al puesto número dos de la organización, se han venido produciendo en las últimas horas. Nicolás Redondo ha recibido presiones en contra del señor Garnacho por parte de las delegaciones de Madrid, Vizcaya y, Cataluña.

Las tensiones y discrepancias de este congreso, más verbales y oficiosas que efectivas, máxime cuando las votaciones y las decisiones están claramente dominadas por tres o cuatro federaciones, han continuado de alguna forma presentes (salida espectacular del pleno de la delegación de Asturias, cambio de las tarjetas de identificación al haberse encontrado las primitivas en posesión de grupos de personas ajenos al congreso, anuncios en la prensa barcelonesa pidiendo «no más expulsiones en UGT» y noticias sin fundamento de trasvases de militantes a USO, entre otras).

Dentro de este marco, y teniendo en cuenta que en el anterior congreso la UGT tan sólo tenía 10.000 militantes y hoy cuenta con dos millones, se está dando más una imagen de pluralidad y de democracia que una pugna real por el poder de la organización. Los resultados del congreso, aunque faltan varias ponencias por debatir, no van a ser espectaculares y se van a concretar casi exclusivamente en detalles de adaptación a la nueva realidad social.

En la jornada de ayer, además del debate de ponencias y elección de la nueva ejecutiva, se produjeron dos intervenciones de los secretarios generales de Juventudes Socialistas , señor Barragán, y del Partido Socialista de Cataluña, Joan Reventós, que insistieron ante el pleno sobre la fraternidad entre las organizaciones que representaban y la UGT. Las delegaciones extranjeras invitadas fueron recibidas por el señor Tarradellas, en el palacio de la Generalidad, y por el alcalde de Barcelona, señor Socías, que les tributó una recepción en el Ayuntamiento barcelonés. Para la mañana de hoy está prevista la intervención de Felipe González.