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La línea "catalanista" triunfa en el PSC (Congrés)

Después de más de seis horas de complejos debates, los 1,20 miembros del Consejo General del Partit Socialista de Catalunya (Congrés) (PSC-C), elegidos el pasado fin de semana en el segundo congreso del partido, eligieron a su vez a los quince componentes del nuevo secretariado general. La composición de este último satisfizo a los catalanistas y desagradó a los frontistas y ugetistas. Los principales dirigentes de estas dos últimas tendencias se abstuvieron de ratificar al nuevo secretariado general, con lo cual su operatividad puede ser puesta en entredicho.

La prolongada reunión giró en torno de varias listas de candidatos al secretariado general. Las dos principales consistían en una curiosa coalición entre «frontistas» (partidarios de los frentes de lucha del partido) y los ugetistas, quienes, pese a tener opciones contrapuestas, coincidían en su deseo implícito de marginar a los catalanistas. La misma coalición se había producido en el segundo congreso, a la hora de designar a los miembros del Consejo General (véase EL PAIS de 20 de diciembre).La maniobra produjo una vez más un curioso fenómeno, en absoluto nuevo en el seno del PSC-C, y que guarda una cierta similitud con el fenómeno físico de los «vasos comunicantes». En efecto, la coalición resultó beneficiosa para aquellos contra quienes se habían constituido, ya que los sectores fluctuantes se aproximaron a los catalanistas, quienes, paradójicamente, han resultado los grandes vencedores de dicha operación marginadora.

Así, mientras los catalanistas lograban colocar en el secretariado general a sus principales dirigentes (Raimond Obiols, Josep Raurich y Jaume Casanovas), los frontistas no pudieron lograr la elección de Juan, José Ferreiro, ni los ugetistas consiguieron la elección de Antonio Salamanca. Ambos eran dirigentes destacados de sus respectivas tendencias.

Según los estatutos del partido, el secretariado general tiene que ser ratificado por los dos tercios del Consejo General, después de que éste lo haya elegido. Al procederse a esta formalidad estatutaria, se produjo la increíble sorpresa de que los principales frontistas (Ignacio Urenda y José María Vegara), así como los principales ugetistas (Eduardo Martín y Xavier Guitart), votaron en contra de su ratificación, la cual se obtuvo por un muy escaso margen: 68 votos a favor, dieciocho en contra y nueve abstenciones. Por muy pocos votos lograron, pues, los dos tercios requeridos. La actitud de los frontistas y ugetistas se convierte en aún menos comprensible si se considera que algunos de los que votaron en contra de la ratificación (concretamente Eduardo Martín, Ignacio Urenda y Xavier Guitart) pertenecen al propio secretariado general.

Debilitamiento

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La consecuencia de este embrollo inicial será, sin duda, una mayor debilidad del secretariado general, el cual deberá acudir sistemáticamente al Consejo General (120 miembros), órgano supremo del partido entre congreso y congreso.Sobre la elección del Consejo General por parte de los delegados al reciente congreso, EL PAIS pudo obtener ayer el número de votos logrados por los principales elegidos, dato que no será hecho público. El más votado por el congreso fue el líder campesino Josep Vidal (456 votos), seguido de Joan Reventós (448). El diputado (catalanista) Raimond Obiols aparecía en noveno lugar (332 votos), mientras que el frontista Ignacio Urenda se encontraba en el número veinte, con 298 votos, y el diputado ugetista Eduardo Martín - antiguo dirigente españolista - figuraba en el lugar número treinta, con sólo 261 votos. Andréu Abelló consiguió 198 votos.

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