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El Madrid mereció ganar

El primer asalto de la eliminatoria de Copa entre el Rácing y el Madrid se resolvió con un empate sin goles al término de un encuentro jugado con velocidad, mucha corrección y un tono aceptable de calidad. El Madrid, por juego, mereció ganar por buen margen, pero falló mucho en el disparo a puerta. El Rácing, muy peleón durante la primera media hora, se vino algo abajo después, y sólo su capitán, Geñupi, se mantuvo a tono durante todo el encuentro. A destacar también en el conjunto santanderino los visos de excelente jugador que apunta su jovencísimo delantero Marcos, hijo de aquel Marquitos que fuera defensa del Real Madrid en los mejores años.El partido se planteó con posiciones de 4-3-3 en ambos equipos, y un juego muy activo en el centro del campo, con desplazamientos rápidos de balón que hacían que los ataques de uno y otro equipo cubriesen en muy poco tiempo las distancias entre ambas áreas. Pero en éstas faltaba precisión en las jugadas de ataque.

Hacia la media hora de juego comenzó anotarse cierto hundimiento físico del Rácing, que había tratado de superar la mayor envergadura de juego del Madrid con fogosidad. Rojo II, espléndido en la primera media hora, y Barrero comenzaron a dejar lagunas en el centro del campo y el Madrid se adueñó del partido, ya hasta el final. En muchos de sus ataques pilló descubierta a la defensa del Rácing, y sólo clamorosos fallos en el remate de sus delanteros y buenas intervenciones de Damas, que respondió siempre muy bien, impidieron que se anotase el triunfo.

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