_
_
_
_
Automovilismo

La Copa R-5, un campeonato muy conflictivo

La Copa R-5, que ha venido a sustituir a la popular R-8 TS, se ha visto marcada por el signo de las descalificaciones. En su primer año de vida, esta fórmula de promoción que organiza FASA-Renault ha estado demasiado envuelta por irregularidades, incorrecciones, abusos y, finalmente, expulsiones de pilotos. Todo ello ha hecho que, cuando se han disputado ya más de la mitad de las pruebas puntuables, la polémica siga planeando sobre esta competición.Para empezar la narración de los problemas que han rodeado a la recién nacida Copa R-5, hay que remontarse hasta primeros de año. En aquellas fechas, los vehículos que FASA-Renault habían prometido tener listos para su venta, distaban mucho de estar preparados. De ahí, que el calendario tuviese que ser modificado cuando ya la temporada debería haber comenzado, pues los coches no habían sido entregados todavía. Más tarde, la entrega de los mismos se haría deprisa y corriendo, con lo que, una vez más, los perjudicados eran los pilotos, ya que los vehículos que se les entregaban, y por los que, tenían que pagar cerca de medio millón de pesetas, distaban mucho de estar preparados para tomar parte en una carrera.

Una vez que las primeras pruebas comenzaron a disputarse, con la mayoría de los coches en un estado lastimoso, parecía que todos los problemas se habían, definitivamente, solucionado. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. A este enmarañado comienzo siguió el asunto de la conducta de los pilotos en la pista, muchos de los cuales, ante la pasividad de los organizadores, hacían de la misma un campo de batalla en el que parecía que la norma a seguir era el «vale todo». Poco a poco, las aguas volvieron a su cauce, aunque esto se debiera más a la propia política practicada por muchos de los pilotos., que a las nulas medidas tomadas cuando se debieron haber tomado.

Por si esto fuera poco, que no lo era, al cumplirse el paso del ecuador del calendario. las primeras exclusiones -por ahora- hicieron su aparición. Las diferencias entre los vehículos eran, evidentemente, muy notorias, por lo que los organizadores procedieron a la verificación de alguno de ellos, observándose algunas anormalidades importantes en los motores. Esto era razón más que suficiente para que sus propietarios, Juan Sanz de Madrid, hasta entonces líder destacado de la clasificación, y Juan Carlos Cavin, que figuraba en el quinto puesto, fueran expulsados del campeonato. Los vehículos de ambos habían sido preparados por el mismo preparador, quien, al parecer, ya había realizado ciertas maniobras que se habían dejado pasar por alto por parte del director de Competición de FASA-Renault, al no estar el reglamento suficientemente claro.. Pero lo más curioso, es que lo que el citado director había permitido a este preparador (y, por tanto, a estos pilotos), no se lo había comunicado al resto, con lo que la idea de igualdad que preside esta fórmula de promoción, quedaba truncada automáticamente.Expulsados estos dos hombres de esta primera Copa R-5, la clasificación ha sufrido un cambio notable, ya que Sanz de Madrid era líder destacado del campeonato. Sin embargo, las diferencias de vehículos siguen siendo patentes y no parece que nadie siga dispuesto a poner en claro las cosas. Es como si con estos dos expulsados fuese ya suficiente, como si lo único que se hubiese pretendido es sentar un precedente o plantear una amenaza. Si a los intereses comerciales de la marca no le interesa, como es lógico, el airear este tipo de «trapos sucios» en una competición que ella misma organiza, los intereses deportivos deben estar por encima de ellos, por lo que hay que limpiar hasta donde sea preciso, expulsando, de una vez, a todo aquél que se haya tomado más libertades que las que autoriza el reglamento. Y, aunque no siempre sea fácil, a simple vista, descubrir cuál o cuáles de los vehículos que toman parte en una carrera tienen «trampa», hay varios casos que si que parecen claros, figurando, además, en las primeras posiciones. A esos, evidentemente, se les debe desenmascarar y expulsar.

Hasta ahora, y dejando de lado el asunto de las expulsiones, hay un piloto que se muestra como netamente superior al resto. Arturo De Onís, ascendido hasta el primer puesto de la clasificación tras la descalificación de Sanz de Madrid, había vencido a éste, en dos de las cuatro confrontaciones que habían tenido entré ellos. Onís es un piloto muy frío, muy seguro y muy calculador. Su principal virtud no está tanto en su comportamiento en carrera. aunque, éste sea muy válido. como en su trabajo. premio al desarrollo de la carrera en sí. La meticulosidad de su trabajo en la puesta a punto de su coche. en la adaptación del mismo al trazado de los diferentes circuitos. así como a las propias peculiaridades de su propio estilo de conducción, que él conoce como nadie, hacen que siempre su vehículo parezca más puntero que el de sus rivales. Pero su trabajo es legal, o, al menos. no está contra el reglamento, lo que no puede decirse de muchos de los que le critican.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_