El PSP contra los "viejas glorias" candidatos al Senado
Cerca de 3.000 personas asistieron el domingo en el campo de Las Margaritas, de Getafe, pese al mal tiempo, a la presentación de la candidatura del Partido Socialista Popular al Senado, integrada por José Alonso, Maite Baiges y Emilio Cassinello. Hablaron los tres candidatos, aunque no el presidente del PSP, Enrique Tierno Galván, cuya intervención, que estaba prevista, no pudo llevarse a efecto por coincidir con una grabación para los espacios electorales de Televisión Española.
Maite Baiges señaló al principio de su intervención las deficiencias estructurales de la campaña electoral -su escaso tiempo de desarrollo- y la incapacidad de los partidos para solucionar todos los problemas. Propuso, la alternativa socialista como solución, aportada por unos hombres honestos, a nivel ideológico, cultural, social y económico a los problemas heredados de la dictadura con «su paz de cementerio; luna solución que estará en el pueblo que está construyendo un nuevo cuerpo sano y feliz frente a los hijos de la corrupción ».José Alonso, miembro de Comisiones Obreras, apoyado además de por su partido, el PSP, por el Partido Comunista para la candidatura al Senado, se calificó a sí mismo como «hombre limpio, de compromiso», que va a conseguir un puesto en el Senado, «aunque haya quien diga que los votos que se me den son una pérdida para la democracia».
El señor Alonso propugnó y reivindicó la revolución cultural, entendida como la participación de todos los ciudadanos y como motor de la renovación, así como una base fundamental de que dispone el trabajador en su camino hacia el socialismo.
Emilió Cassinello, tercer candidato a senador, tras explicar las razones que habían movido a los hombres del PSP a presentarse a las elecciones -«el socialismo es en estos momentos la mejor salida hacia el cambio democrático»-, defendió a la democracia de las acusaciones de desorden: «A la democracia no se le puede acusar de desorden, porque todavía no hay democracia y todavía nos movemos en España a nivel de política colonialista.
«Estamos en contra de las viejas glorias que hoy van al Senado con viejas caras y viejos cerebros, frente a éstas, pretendemos la consecución de una sociedad avanzada. »