Grave cogida de Paco Honrubia en la novillada de fallas
Ayer se celebró la novillada de Fallas, con reses de María Teresa Osborne para Manolo Sales (vuelta y silencio); Nimeño II (vuelta y reja); y Joaquín de Faura (aviso y silencio, y silencio).Sufrió dos graves cornadas el banderillero Honrubia, en ambos muslos, las dos de veinte centímetros de profundidad, una de las cuales llega al hueco poplíteo y la otra hasta el pubis. Pronóstico grave.
El suceso de la novillada de ayer en Valencia fue la dramática cogida que sufrió el gran subalterno valenciano Páco Honrubia, cuando precisamente protagonizaba un tercio de banderillas memorable. Ya en el primer novillo había prendido un buen par y en el cuarto, aunque no le correspondía el turno, salió por delante, consciente, sin duda, de su responsabilidad como figura indiscutible en este difícil oficio.Su primer par fue una maravilla de torería. El novillo se arrancó pronto, pero le distrajo el capote de Joaquín de Faura, que estaba descolocado. Honrubia: no se movió de su sitio, fijó a la res con un leve giro, la dejó llevar templó la embestida y clavó en todo lo alto. En su segunda intervención se recreó aún más enla suerte. Fue,una equivocación porque el novillo derrotaba y cuando reunía en la cara esperó demasiado; tanta lentitud al cuadrar era todo un desprecio al peligro. Y sobrevino la cogida. La res ensartó el muslo de¡ torero, que giró sobre el pitón, y aún en el aire' le pegó una segunda cornada. Las dos profundas y graves. Una ovación grande despidió a Paco Honrubia cuando las asistencias lo tras¡ ada han- á'la enfermería.
Los novillos de María Teresa Oshorne tuvieron presencia y casi todos ofrecieron dificultades. En ellos predominó la mansedumbre, y la falta de fijeza, el calamocheo en varas para irse suelto. El mejor de todos fue el segundo, por otra parte un borreguito inválido, al qu-e Nimeño 11 toreó con gusto. Hubo un trincherazo sensacional. pero tan hondo que hizo rodar al animalito por los suelos. El temple predominaba en la faena del torero francés. Pero cuando el novillo le pidió claramente la muerte. se distanción, para dar un molinete y seguir con tandas de derechaz,os. Un error que pago caro, pues los muletazos perdían calidad, y al final pasó muchos apuros para que aquella res pasada de faena se le cuadrara. Como contraste le correspondió también a Nimeño el peor enemigo de la tarde, un veleto astifino, aparatoso de cabeza, buen trapío, bronco e incierto además. Un novillo con el que hubiese pasado apuros la mayor parte de¡ escalafón, matadores de alternativa incluidos.
Los otros dos espadas estuvieron muy por debajo de las posibilidades -no siempre claras como queda apuntado- que les oftecieron sus novillos. Manolo Sales renuncíó a torear a cambio de sumar pases que derivaban hacia el tremendismo, se supone que con el astuto objetivo de alborotar a la galería. Pero la galería no se alborotó lo más mínimo, excepto en un desplante de rodillas, porque todos los muletazos resultaron violentos y las suertes tenían, invariablemente, un remate desairado por l'alta de un elemental sentido de la colocación en el torero. Joaquín de Faura también perdió el sentido de la medida, enfrascado en dar pases y pasespor todo el ruedo, sin redondear ninguno, aunque con el capote apuntó buenas maneras e instrumentó como remate de su primera faena unos hondos ayudiacMs a -dos -manos.
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