Los biólogos gallegos exigen una planificación sanitario-ecológica

Los biólogos gallegos, a través de su asociación, Albe-Galicia, exigen un plan sanitario ecológico para el litoral como única fórmula válida para resolver el grave problema de fondo que ha puesto nuevamente de actualidad la aparición de cientos de casos de intoxicados por consumo de mejillones afectados por la toxina marea roja.Para la comisión de estudios del sector marisquero de Albe, tanto el consumidor como los mariscadores se encuentran indefensos ante una situación como ésta a pesar de que existen en el País Gallego numerosos organismos científicamente capacitados para superar...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los biólogos gallegos, a través de su asociación, Albe-Galicia, exigen un plan sanitario ecológico para el litoral como única fórmula válida para resolver el grave problema de fondo que ha puesto nuevamente de actualidad la aparición de cientos de casos de intoxicados por consumo de mejillones afectados por la toxina marea roja.Para la comisión de estudios del sector marisquero de Albe, tanto el consumidor como los mariscadores se encuentran indefensos ante una situación como ésta a pesar de que existen en el País Gallego numerosos organismos científicamente capacitados para superar los problemas de este tipo. Para ellos, «tal vez, el origen del mal habría que buscarlo en una falta de interés por parte de la Administración para resolver los problemas que afectan a los trabajadores del mar.

Si no, ¿qué otra explicación se puede dar a la actual situación?

Consecuentemente proponen una planificación sanitario-ecológica de carácter preventivo, controlada por los verdaderos interesados, tanto mariscadores como consumidores, y consideran indispensable que se lleven a cabo los siguientes controles: calidad de las aguas del litoral; estado sanitario del marisco en bancos naturales y establecimientos de las estaciones depuradoras y las especies que han pasado por ellas; de las industrias conserveras, de los medios utilizados para el transporte del marisco congelado y, finalmente, del marisco en los mercados centrales de todo el Estado. Solamente así podrían evitarse problemas como los denunciados en los últimos días.

Ayer precisamente, los mejillones esperaban que se abriera nuevamente el comercio, pero después de la reunión mantenida con el jefe provincial de Sanidad de Pontevedra que lleva el control de todo el marisco de Galicia, se llega a la conclusión de que será necesario esperar un poco para ver cómo evoluciona la situación.

Las imprevisiones, los fallos a que aluden los biólogos, pueden tener consecuencias muy graves a corto plazo para el sector mejillonero, que tiene un movimiento económico anual muy superior a mil millones de pesetas.

A Galicia llegan noticias oficiosas de que Francia, uno de los mejores clientes del mejillón gallego, conocerá en breve plazo el contenido de una disposición que podría limitar la compra de estos moluscos españoles admitiendo únicamente los de algunas zonas, medida que podría tener gran repercusión por cuanto Francia importa de 8.000 a 10.000 toneladas anuales de mejillón gallego.

Archivado En