La amnistía no debe ser considerada como una concesión de gracia

La amnistía no debe ser considerada como una concesión de gracia, sino como el reconocimiento de que en justicia no ha habido delitos. Esta fue una de las principales conclusiones de la mesa redonda que mantuvieron ayer diversos líderes de la oposición en la librería Antonio Machado de Segovia, organizada como conclusión del ciclo de conferencias organizadas por el citado establecimiento sobre el tema Las ideologías en la España de hoy.

Abundando en el tema de la amnistía, ampliamente tratado en la reunión, Manuel Díez Alegría, de la Federación Social Demócrata, opinó que la medida que posiblemente sea anunciada coincidiendo con la festividad de Santiago Apóstol, puede ser el primer paso hacia la ruptura. Ahora bien, dijo, habrá que ver si es sincera, o si se trata de una maniobra del Gobierno. En este sentido, se preguntó sí en el perdón van a ser incluidos los funcionarios civiles y militares actualmente penados.En cuanto a la ruptura, Álvarez Dorronsoro, afirmó que las exigencias democráticas son irrenunciables. Son pues no negociables, la amnistía y las libertades de partidos, ambas sin exclusiones, los derechos humanos de libre expresión, reunión y manifestación, la libertad sindical y un proceso constituyente garantizado por un Gobierno provisional.

Es imposible la reforma

La alternativa que la oposición democrática propicia es la ruptura, aseguró después el secretario general del Partido Carlista, señor Zavala. El proponer llegar a ello mediante un pacto con el Poder, no significa en su opinión renunciar a las condiciones sino que es sólo un método para evitar el enfrentamiento. "El Poder tiene que reconocer que es imposible la reforma", afirmó a continuación.Sobre este tema se insistió en el coloquio desarrollado posteriormente, y a preguntas de los presentes sobre la forma concreta de llegar a esa ruptura pactada, los mantenedores del acto estuvieron de acuerdo en que se trataría de hacer una negociación con sectores determinados del poder real, y entre estos se citó, a la banca y al ejército. No es aún el momento, se dijo, pero éste llegará cuando Coordinación Democrática tenga la fuerza negociadora suficiente para imponer sus condiciones.

En este sentido Díez Alegría opinó que también dentro de cada cual hay que desterrar el fascismo, impregnado en la mente de la gente durante 40 años, y que esto también es parte de la ruptura democrática.

Otro tema importante fue el de las nacionalidades, sobre el que se insistió en partir del principio de autodeterminación de los pueblo. El representante del Partido Popular de Castilla integrado en la Federación Popular Democrática, insistió en que habría de llegarse a una constitución federal.

El acto, al que asistieron algo más de 100 personas, no pudo realizarse en el hotel Las Sirenas, como estaba previsto, por la negativa del gobernador civil, y hubo de celebrarse en la librería, en condiciones bastante deficientes. Durante el mismo, en el patio vecino sonaron a volumen alto el "Oriamendi" y el «Cara al Sol». El moderador de la mesa se quejó al delegado gubernativo de que ello constituía una provocación, y amenazó con responder cantando himnos internacionales.