La jornada de ayer, pródiga en récords
Quizá con mayores motivos que nunca cabe preguntarse dónde está la barrera que impedirá al hombre superar las marcas. En tan sólo dos días de competición lo que en Munich resultó extraordinario, en Montreal ha quedado ridiculizado. Las grandes figuras de la natación de otros tiempos, Don Schollander y Mark Spitz, son puros pigmeos ante los nadadores de hoy. De la niña de oro de Munich, la australiana Sane Gould, no queda ya ni rastro. Estadounidenses y alemanas democráticas se han encargado de dejarla en el olvido. En los Juegos ya nadie queda. Las marcas se han convertido en algo rápidamente perecedero. En tan sólo cuatro años lo que era récord olímpico y del mundo es tan sólo una anotación marginal. Ayer lunes, la piscina salió a récord por prueba, los cien braza, los doscientos libres y los mil quinientos masculinos, así como los doscientos mariposa femeninos, supusieron el establecimiento de nuevas metas.España, en la natación, ha vuelto a pasar sin pena ni gloria. Sólo López Zubero mejoró una marca española. El resto quedó fuera de combate y por debajo de sus posibilidades. La natación española está con el agua al cuello.
David López Zubero, el aragonés de Siracusa, ha realizado una magnífica carrera, puesto que ha logrado rebajar su propio récord de España. Poseía la marca nacional en 1-56-36 y la ha dejado en 1-54-88. La mejora del nadador español es evidente, pero solamente ha podido ocupar al final de las ocho series el puesto decimoséptimo.
En los cien metros braza Pedro Balcells sólo ha sido quinto de su serie y además no ha batido su propio récord nacional.
Los 1.500 metros trajeron el nuevo récord olímpico del norteamericano Paul Hartloff. De 15-52-58 se ha pasado a 15-20-74. José Bas, representante hispano en los 1.500 libres, fue sexto en la quinta serie y vigésimoquinto en la clasificación general. Hizo un tiempo de 16-28-59 cuando tiene acreditada la marca nacional en 16-26. Como en Munich, la mayoría de nuestros nadadores han venido a participar por debajo de lo exigible. Una vez más cabe preguntarse el porqué de la manga ancha con unas disciplinas y la rigidez con otras.
Derrota de Rodríguez Cal
Rodríguez Cal, la más firme esperanza española en boxeo y medalla de bronce en los anteriores juegos, fue eliminado ayer en su primer combate, con lo que confirmó el mal comienzo de nuestro boxeó, que en la jornada del domingo sufrió la eliminación del superligero Gómez Canet. Rodríguez Cal, en la categoría de los minimoscas, tuvo que subir al ring el domingo para proclamarse vencedor por incomparecencia del primer rival que le había designado el sorteo, un ghanés. Ayer, lunes, libró su primer y último combate de los Juegos, con el mongol Serdamba Batsukh. Rodríguez Cal peleó bien durante el primer asalto, en el que hizo gala de una mejor técnica que su rival, pero en el segundo comenzó a sangrar por una ceja debido a un cabezazo. El árbitro detuvo la pelea y el español fue examinado por el médico, que autorizó para que siguiera combatiendo. En el tercer asalto, y a la vista de que Rodríguez Cal, sangraba más intensamente por la herida, el árbitro detuvo de nuevo el combate y esta vez el médico consideró que el español no estaba en condiciones de seguir, con lo que se le declaraba derrotado por lesión.
En hockey sobre hierba España sorprendió a Pakistán
Pakistán en los Juegos Olímpicos es algo así como la genuina representación del hockey. En las últimas cuatro celebraciones los pakistaníes han logrado dos medallas de oro y dos de plata. Ayer, contra España, eran netos favoritos. El conjunto hispano, sorprendentemente, se ha anotado un valioso empate que podría servirle, de desarrollarse todo normalmente, para pasar a la ronda final, ya que resulta arriesgado pensar que Pakistán se deje arrebatar otro punto. En un grupo en el que se encuentran también los alemanes federales, últimos campeones olímpicos, España ha iniciado con notable éxito la competición.
El encuentro ha sido muy disputado. Los primeros en marcar han sido los asiáticos a los diez minutos. España ha logrado la igualada, por medio de un penalty-corner, bien rematado por Francisco Fábregas. En el minuto sesenta y dos, Juan Amat, también de un penalty-corner, ha puesto a su equipo en ventaja. La igualada definitiva se ha producido tres minutos más tarde, en un córner sacado por Pakistán. Dos jugadores pakistaníes han sido amonestados, e igual suerte ha corrido José Sallés.
España ha formado con este equipo: Carrera, Juan Amat, Jaime Arbós, Juan Arbós, Cabot, Colomer, Churruca, Francisco y Jorge Fábregas, Pellón, Sallés y Segura.
Si positivo ha sido para España el empate con Pakistán, no menos lo ha sido la igualada entre Alemania Federal y Nueva Zelanda. Teóricamente, nuestra selección tiene, gracias a estos dos resultados muchas posibilidades de clasificación para la siguiente ronda. Bélgica, quinto equipo del grupo, no tiene papel que representar; su primer partido lo perdió con Pakistán por 5-0.
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