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"Todo el poder para los trabajadores", pide el Congreso nacionalsindicalista

Los falangistas pasaron ayer al Régimen la factura de sus frustraciones históricas, al propio tiempo que manifestaron su escaso entusiasmo por la reforma emprendida por el Gobierno y su oposición al comunismo. Todo ello, junto con gritos de Unidad y Falange, sí; fascismo, no, constituyeron algunos de los aspectos más destacados de la sesión celebrada ayer por el I Congreso Nacionalsindicalista de Falange Española de las JONS, que preside David Jato.

En la ponencia sobre «La lucha sindical y el mundo del trabajo» se dice, entre otras cosas, que «decapitado el estado mayor del nacionalsindicalismo en los meses iniciales de nuestra guerra civil, el poder monopoliza el ideario, utilizándolo, junto a los de otras corrientes políticas que participaron en el Alzamiento, para dar vida a la conocida estructura sindicalista existente aún en la actualidad y de signo tan distinto a la del nacionalsindicalismo».Se propugna la devolución de «todo el poder para los trabajadores, sin soviets, sin liberados, sin vanguardias, sin comisiones y sin intermediarios».

La reforma política

La lectura de estas conclusiones fue saludada con ovaciones y gritos de entusiasmo por parte de los congresistas. Uno de ellos intentó, no obstante, intervenir para afirmar que al rechazar el comunismo era muy fácil que pudiera identificárseles con el fascismo. Un mar de camisas azules se puso entonces en pie rechazando tal planteamiento y gritando Falange, sí; fascismo, no.Igualmente han remarcado los falangistas que «nada vamos a hacer por la continuidad de las instituciones anquilosadas del franquismo, incluido el Movimiento Nacional». Tampoco suscitan el menor entusiasmo nacionalsindicalista las reformas anunciadas, al mismo tiempo que manifiestan su oposición a los intentos de ruptura de la legalidad.

La sesión de ayer finalizó con el canto del Cara al Sol.

Los congresistas acudieron el domingo pasado a la tumba de Ramiro Ledesma Ramos, en el cementerio de Aravaca, y hoy se concentrarán ante la casa natal de José Antonio Primo de Rivera, tras un mitin en la Casa de Campo.

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