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Alcaraz se queda vacío ante Rublev

El murciano, ganador de las dos últimas ediciones, cae frente al ruso en un día sin chispa ni gasolina (4-6, 6-3 y 6-2, en 1h 59m) y se despide de Madrid en los cuartos

El tenista español Carlos Alcaraz tras ser derrotado ante el ruso Andrey Rublev en partido de cuartos de final del Mutua Madrid Open.Foto: INMA FLORES | Vídeo: EPV
Alejandro Ciriza
Masters 1000 Madrid - cuartos -
Andrey Rublev
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Carlos Alcaraz
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A la emoción de la noche previa por el adiós de Rafael Nadal, le sucede en la Caja Mágica un jarro de agua fría. El campeón de las dos últimas ediciones, Carlos Alcaraz, se inclina ante el ruso Andrey Rublev (4-6, 6-3 y 6-2, en 1h 59m) y se despide en los cuartos de final, en medio de una sensación extraña que, dicho sea de paso, el propio protagonista ya anticipaba que podía llegar a darse: “Con jugar tres o cuatro partidos, ya estaría contento”, afirmaba en la antesala del torneo. Venía sin ritmo ni rodaje el murciano, perjudicado por una lesión en el antebrazo que le impidió competir en Montecarlo y Barcelona, y termina pasándole factura en este último episodio que cierra una secuencia de 14 victorias consecutivas sobre la arcilla madrileña —récord compartido con el mallorquín— y de 24 en suelo español. Se acaba, pues, el bonito embrujo.

“Duele perder, duele tener opciones y no aprovecharlas. Ha sido un día difícil para mí después del partido de ayer [contra Jan-Lennard Struff, extendido a 2h 52m]. Llevaba tiempo sin jugar un partido así y hoy me he levantado con agujetas en todo el cuerpo. El antebrazo estaba ahí, ahí, y me ha pasado factura un poco todo eso. No le voy a quitar mérito al partido de Rublev, pero ha sido difícil para mí”, explica en la sala de conferencias, donde también se achaca “haber sido mentalmente un poco más débil que en otros momentos”. “Si el otro juega un buen punto, le aplaudo y a lo siguiente, pero si yo fallo, me pego latigazos a mí mismo. Alguien como Rublev te da pocas oportunidades, y si las fallas duele; debería haber estado más duro mentalmente, y quizás eso me ha pasado factura. Me puse muy quejica”, analiza antes de abandonar el recinto con los miembros de su equipo.

En la Caja Mágica abundan los abrigos y cualquier prenda vale para protegerse de otro día desapacible. Amagan el sol y los días, van y vienen las nubes en la zona sur de Madrid, y la amenaza de lluvia —finalmente presente— obliga al cierre del techo de la central. También viene y va Alcaraz, que empieza fino y con el paso de los minutos va perdiendo precisión, exigido por el dinamismo y la impetuosidad de Rublev, que muerde en cada pelotazo y aprieta cuando detecta que su rival ha perdido ritmo y flaquea. El ruso, en cualquier caso, es un Guadiana de manual; tan pronto acelera como se descomprime. Así que desde su banquillo —con los españoles Fernando Vicente y Beto Martín— se contempla el transcurrir del partido con suma prudencia. No llega ese salto que tanto busca: nueve veces ha alcanzado la cota de los cuartos en los grandes torneos, y otras tantas negativas. Ahí hay mucho por hacer.

Alcaraz durante el partido ante el ruso Rublev.
Alcaraz durante el partido ante el ruso Rublev.INMA FLORES

En la línea de lo ofrecido la jornada anterior por el alemán Jan-Lennard Struff, este miércoles Rublev propone que todo suceda muy rápido. A priori, no sería un escenario del todo malo para Alcaraz, aunque no para el Alcaraz de estos días, al que ya no le duele (no demasiado) el brazo pero que deslizaba en su discurso algunos “nervios”. Y estos afloran rápido. Para colmo, acusa un resfriado. “¡Bien Charly!”, se anima desde el segundo juego, como si le hiciera falta un refuerzo extra. Sencillamente, Carlitos no puede. Se advierte la situación cuando ya ha decantado el primer set a su favor, pero empieza a hacer la goma en el segundo. Las imprecisiones de Rublev han colaborado en el crédito obtenido y después es él quien empieza a perder fuelle y consistencia, abandonando su espacio natural. Rara vez se le observa al murciano tan lejos de la línea, la mayor parte del tiempo a la defensiva, cediendo la iniciativa y restando desde el muro.

El tercer puesto, en el aire

“Contra este tipo de jugadores, cuando no les empujas a su límite es muy complicado aprovechar las oportunidades y ganarles”, precisa. Y cuestionado por la versión más conservadora que ha desplegado estos días, forzado por el condicionante del brazo, razona. “Hoy he pensado más en ello. Ayer jugué tres horas, y sabía que iba a sentir algo”, matiza; “por lo que he sido número uno es por la alegría de mi juego, voy madurando y dándole importancia a ciertos momentos a los que antes no se la daba. Maduro tanto para lo bueno como para lo malo. Debo seguir teniendo esa alegría y frescura en mi juego, pero en mi cabeza manejo las situaciones de otra manera. Espero que sea para mejor, pero es así”.

Alcaraz abraza a Rublev tras la derrota del murciano.
Alcaraz abraza a Rublev tras la derrota del murciano. INMA FLORES

Acostumbrado al hábitat del ataque, repele como puede y su juego va ensuciándose sin que dé con la solución. No es el día. Y eso que Rublev, subido a ese carrusel desenfrenado que es su trayectoria, había perdido cuatro partidos consecutivos antes del aterrizaje en el barrio de San Fermín. Ni por esas. Debe Alcaraz aprender a gestionar las adversidades. Todo va torciéndose, caen los breaks y el aliento de la grada no basta para reanimar a un tenista decaído, escaso de gasolina y con poco filo. Al final retratan los números. El ruso registra 30 golpes ganadores, frente a 19, y también menos errores no forzados, 21-25. El español tampoco hace cosquillas al resto, con un porcentaje del 80% con los primeros saques en el casillero del adversario. Consciente de que no hay escapatoria, se entrega con buen gesto y lamenta de puertas adentro la pérdida de 800 puntos en el ranking, que puede costarle el tercer puesto que defiende: si Daniil Medvedev vence este jueves a Jiri Lehecka, le desbancaría.

Se marcha esta vez de vacío, pero considera que la semana ha sido “muy positiva”, puesto que un día antes del estreno “no sabía si iba a jugar” y, esgrime, llegó sin tocar una raqueta a Madrid. “Jugar unos cuartos de final y perder contra Rublev en tres sets, es una semana positiva”, remarca. “¿Si lo firmaba? Totalmente. Ni mi equipo ni yo mismo pensábamos que iba a llegar a donde he llegado. Ahora, a seguir trabajando para ver si puedo recuperar la normalidad en la derecha y no pensar en el antebrazo. A ver cómo va en las próximas semanas”, cierra Alcaraz, pensando ya en llegar en óptimas condiciones al Foro Itálico de Roma.

SINNER SE RETIRA POR LA CADERA

A. C. | Madrid

Poco después de que el torneo perdiera a Alcaraz, la organización confirmó la baja de Jannik Sinner. El italiano, de 22 años, no saltará a la pista este jueves para medirse con Felix Auger-Aliassime en los cuartos debido a unas molestias en la cadera derecha. Por tanto, el canadiense, en horas bajas en los últimos tiempos, accede directamente a las semifinales. Se enfrentará al ganador del pulso entre Medvedev y Lehecka.

En realidad, Sinner arrastraba el problema desde Montecarlo. Allí ofreció signos de que la cosa no iba bien, y a su llegada a la capital española ya había advertido que quizá tendría dificultades para competir al máximo. Superó las tres primeras estaciones, pero antes de la cuarta ya insinuó que tal vez tendría que parar, y finalmente optó por hacerlo.

El de San Cándido, de 22 años, es el tenista más en forma de la temporada con 25 triunfos, solo tres derrotas y tres títulos (Open de Australia, Róterdam y Miami). Su estabilidad le garantiza llegar a como segundo cabeza de serie a Roland Garros. Antes, dice, le motiva poder brillar en Roma.

Por otra parte, la número dos del mundo eliminó a la joven Mirra Andreeva (6-1 y 6-4, en 1h19) y Elena Rybakina hizo lo propio con Yulia Putintseva (4-6, 7-6(4) y 7-5, en 2h 48m), de modo que ambas chocarán en las semifinales de este jueves (hacia las 22.00, Tdp y Movistar+). Antes (16.00) se enfrentarán iga Swiatek y Madison Keys. En el cuadro masculino, Taylor Fritz batió a Francisco Cerundolo (6-1, 3-6 y 6-3) y será el rival de Rublev en las semifinales del viernes.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.
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