Marc Márquez se perderá el GP de España, donde arrancó su pesadilla

Marc Márquez no volverá al ruedo de MotoGP en el GP de España que se disputa este fin de semana, entre el 28 y el 30 de abril, en el circuito de Jerez. El ocho veces campeón del mundo pasó revisión médica este martes con su equipo de confianza en Madrid y confirmó que su lesión en la mano derecha evoluciona favorablemente, aunque no lo suficiente para regresar a la competición sin riesgos. El piloto de Honda sufrió una fractura en el primer metacarpiano del pulgar en la primera vuelta del GP de Portugal, prueba inaugural de la temporada, que le obligó a pasar por quirófano el mismo día. El hueso, tras dos grandes premios y cinco semanas de baja, todavía no ha sanado satisfactoriamente y prolonga su calvario con las lesiones.

“Ayer hicimos otro TAC y se ha confirmado que, a pesar de que la lesión evoluciona favorablemente, el hueso aún no ha terminado de cicatrizar y correr en Jerez era arriesgado. Junto con el equipo médico hemos decidido no correr riesgos, esperar dos semanas más y volver en Le Mans”, explica el corredor del Repsol Honda a través de un comunicado. “Siento mucho perderme el Gran Premio de España porque siempre es especial, por el ambiente, por correr en casa y, sobre todo, por ver y disfrutar de los aficionados. Seguiré con la rehabilitación y trabajaré para estar de vuelta lo antes posible”, añade.

En la cabeza de Márquez, estos últimos años, han emergido las dudas sobre la retirada. Los episodios de diplopía, las operaciones en el húmero y ahora la mano. Todos los reveses han calado hondo en la versión más reflexiva del campeón, que cumplió 30 años en febrero. “Y son más cosas, seguramente, creo que personales”, opina Dani Pedrosa, excompañero suyo en Honda, comentarista de DAZN e invitado especial para la carrera de Jerez con KTM. “He estado en situaciones así… es difícil de explicar. Situaciones en la que una cosa tras otra, tras otra y tras otra [va mal]”, añade la leyenda del motociclismo español. Hasta su abuelo, en su natal Cervera, le dice que ya no vale la pena. “Si va bien gas, y si no, te haré caso. Colgaré el mono y ya está”, le comenta Marc en el documental Marc Márquez: All In. “Es lo que deberías hacer”, le contesta, insistente, Ramón. Para un piloto de acero, que no se había perdido ninguna prueba mundialista desde su debut en la categoría reina en 2013 hasta su accidente en el circuito Ángel Nieto, los últimos tres años sin encontrarse al 100% han sido especialmente duros. Desde 2020, se ha perdido 28 carreras de las 56 disputadas en el certamen contando la del fin de semana en Jerez.

Fue en este escenario, precisamente, donde el referente del campeonato en la última década sufrió la lesión en el húmero derecho que inició una pesadilla que todavía le persigue. Su dura caída en el primer gran premio de 2020 le obligó a pasar por quirófano, pero la sorpresa llegó cuando el fin de semana siguiente, en el mismo escenario, se probó encima de la moto como si nada. Los fuertes dolores hicieron que se retirara, pero debido a la carga impuesta sobre la articulación, días más tarde se le partió la placa de titanio que fijaba el hueso al intentar abrir una ventana de casa. Fue su “gran error”, el mayor de su trayectoria deportiva según él mismo reconocía. Tras su segunda operación en 13 días, las molestias persistieron y en diciembre llegó la tercera en tan solo seis meses. En 2021 compitió e incluso ganó tres carreras a pesar de las molestias persistentes, también en su vida cotidiana. El húmero se había consolidado con una desviación de 30 grados respecto a los estándares de la anatomía humana, y en 2022 el piloto dijo basta en Mugello para gastar su última bala.

La cuarta operación, a principios de junio del año pasado en una clínica especializada en Estados Unidos, corrigió la mala postura del hueso y los siguientes pasos fueron medidos con esmero. Nada de forzar, nada de repetir los errores del pasado. Mucha paciencia. Aunque volvió en el tramo final de curso a modo de rehabilitación tras tres meses y medio inactivo, un podio en Australia le permitió constatar su mejoría. Márquez trabajó más que nunca este invierno para volver a su mejor nivel. “Lo de la cuarta operación y la mejora de la calidad de vida está muy bien, pero mi gran pasión son las motos. Y lo que me hace feliz es ganar”, aseguraba en una entrevista con EL PAÍS antes de viajar a Portugal. Su embestida a Miguel Oliveira después de firmar la pole position y un podio en el esprint del sábado, fue la gran imagen del estreno de curso al día siguiente. Más allá de la sanción –dos vueltas largas que por ahora no deberá cumplir ante la suspensión cautelar mientras se resuelve el recurso presentado por su equipo– y la polémica arrastrada, su accidentado inicio ha sido un golpe anímico brutal cuando ya se veía peleando por el título.