Bendita locura azulgrana en Lisboa
El Barcelona remonta un partido disparatado y condicionado por la intervención de Flick
La Champions se ha convertido en la razón de ser del Barça de Flick. Hay en el equipo una excitación desconocida por ganar cada partido, por enfrentar a los mejores rivales, por seducir a una Europa asombrada de momento con el recorrido de los azulgrana, vencedores también de la disparatada cita de Lisboa. Aquel torneo tormentoso y asustadizo es hoy una competición bienvenida y agradecida para un Barcelona que pretende devolver cada derrota, cada goleada, cada escarnio vivido desde Berlín 2015 con una victoria única, con una actuación divertida, con un marcador que se anunciaba imposible en el asombrado estadio Da Luz.
No se vencieron los barcelonistas con 1-0, ni con 3-1 y menos con 4-2, marcadores que evocaban noches de pesadilla, y acabaron por remontar hasta el 4-5 en una última jugada firmada por Raphinha después que los portugueses reclamaran un penalti de Fermín. Hubo que esperar a que el árbitro diera por bueno el resultado y acabara una bendita locura iniciada y acabada por la intervención de Flick. El entrenador tuvo mucho que ver en la contienda porque sin venir a cuento alineó a Szczesny y después se corrigió con unos cambios que encumbraron a sus futbolistas en el mismo estadio que el alemán conquistó la Liga de Campeones con el Bayern.
El partido empezó con Szczesny y sin Di María. Flick juega con los porteros en busca del que gane partidos después de que una falta de puntualidad relegara a Peña a la suplencia en la semifinal de la Supercopa. El cambio fue un fiasco porque antes de que se cumpliera la media hora el polaco ya había encajado tres goles, dos regalados por el propio Szczęsny, torpe en la salida, el mejor de los asistentes para Pavlidis. El ariete griego no dejó que el meta polaco ni siquiera calentara porque a los dos minutos se anticipó a Cubarsí para empalmar un centro de Álvaro Carreras, un lateral muy profundo que se quedó sin marca por la falta de ayuda defensiva de Lamine.
La jugada se repitió acto seguido con la diferencia que el chutador fue Aursnes y no encontró el arco de Szczęsny. Los cambios de orientación del Benfica hacia la carrera de Carreras desajustaron a la zaga del Barça. No ayudaba Lamine en defensa y la pelota no llegaba al área de Trubin. Al rescate del Barcelona acudió Lewandowski. El polaco no atinó en un tiro muy franco y poco después transformó un penalti cometido por Araujo sobre Balde y concedido por el árbitro después de la intervención del VAR. El pisotón del lateral del Benfica puso a los azulgrana en juego en el enfebrecido Da Luz. Los de Flick ajustaron la presión en campo del Benfica.
Gavi exigió una meritoria intervención de Trubin y Araujo cabeceó fuera un córner antes de que Szczęsny atropellara a Balde en su salida a destiempo y provocara el segundo gol de Pavlidis. El balón largo de Kokcu desde su campo generó un conflicto irresoluble en el área del Barcelona. Jugaba el Benfica muy bien al espacio, percutía a la espalda de la defensa azulgrana, tierra de nadie por las malas salidas del portero, errático también ante los pies del Akturkoglu. El árbitro pitó penalti y no perdonó el infalible Pavlidis.
No se recuperaban los azulgrana de los goles, destemplados y demasiado impacientes, sin la pausa necesaria para que acertaran Raphinha y Lamine. A pesar del desorden, el Barça llegaba fácil hasta Trubin por el liderazgo de Pedri. No había manera, sin embargo, de encontrar la portería rival y en contrapartida las transiciones a campo abierto del Benfica amenazaban con cerrar el partido de Da Luz. Hasta que Trubin sacó mal de portería y la pelota dio en la cabeza de Raphinha. El portero del Benfica activó al Barça por un momento de la misma manera que el azulgrana había avalado a los portugueses en un encuentro absurdo en las porterías y en las áreas, como ratificó Araujo con un gol en propia puerta ante el pasmo del desubicado Szczęsny.
Aunque eran un equipo desquiciado, los azulgrana no se rindieron ni desfallecieron en el aguacero de Lisboa. Flick intervino y propuso una contienda a pecho descubierto con una defensa de tres y una carga con cuantos delanteros había en nómina en Lisboa. Y los goles fueron cayendo a tiempo para cantar una victoria histórica: Lewandowski transformó un penalti a Lamine; Eric remató a la salida de un córner, Raphinha culminó una actuación excelente y hasta Szczęsny se redimió para ser más héroe que villano en la sexta victoria azulgrana y clasificación para los octavos de la Copa Europa. El Barça también pasará a la historia por un triunfo que no es propio de su trayectoria, sino del manual de Flick.
| Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
|---|---|---|---|---|---|
16
PSV
|
11 | 7 | 3 | 2 | 2 |
17
BRU
|
11 | 7 | 3 | 2 | 2 |
|
18
BEN
|
10 | 7 | 3 | 1 | 3 |
19
SPL
|
10 | 6 | 3 | 1 | 2 |
20
FEY
|
10 | 6 | 3 | 1 | 2 |
| Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
|---|---|---|---|---|---|
1
LIV
|
21 | 7 | 7 | 0 | 0 |
|
2
BCN
|
18 | 7 | 6 | 0 | 1 |
3
ATM
|
15 | 7 | 5 | 0 | 2 |
4
ATA
|
14 | 7 | 4 | 2 | 1 |
5
ARS
|
13 | 6 | 4 | 1 | 1 |
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