Apoteosis en Bizkaia al paso de la gabarra
Cuarenta años después del último título, más de un millón de personas copan los márgenes de la ría de Bilbao para celebrar el título de Copa conquistado por el Athletic
Fue lo nunca visto. Más de un millón de personas coparon ambas márgenes de la ría de Bilbao para celebrar el título de Copa con la gabarra que surcó sus aguas, rodeada de más de un centenar de embarcaciones de todo tipo. Fue la fiesta total, igual que las que contaba hace cuatro décadas Patxo Unzueta en las páginas de EL PAÍS. Bilbao y Bizkaia se volcaron con el Athletic, pero también llegaron decenas de autocares desde Vitoria y más de una docena desde Madrid. Todos los seguidores rojiblancos quisieron festejar un título que se resistió 40 años.
A la hora prevista, pasadas las cuatro de la tarde, comenzaron a entrar en la gabarra, atracada en el pantalán del centenario Club Marítimo del Abra, los directivos y los empleados del club. El director deportivo, Mikel González, besó el suelo de la embarcación, bien pertrechada de comida y bebida. Poco después entraron los jugadores, todos ellos vestidos con una camisa a rayas rojas y blancas, en recuerdo de la que vestían los héroes de 1984. Uno de ellos, Jon Aspiazu, segundo entrenador de Ernesto Valverde, llevaba la original, la misma que vistió 40 años atrás, como componente de la plantilla.
A unos metros, otra embarcación reunía a los familiares de los futbolistas y otra a los campeones de 1984. Andoni Zubizarreta, Manolo Sarabia, Txetxu Gallego, Dani, Liceranzu, Bolaños y otros veteranos que en su momento viajaron en la gabarra, repetían singladura.
Desde el primer momento, cuando la gabarra enfiló la ría entre Getxo y Portugalete, bajo el Puente Colgante, Iker Muniain, el capitán, tomó el mando de la nave, y monopolizó el micrófono desde el que dirigía a sus compañeros, que saludaban incrédulos con lo que estaban viendo a babor y estribor. El viaje siguió entre Lamiako y Sestao. A la derecha saludaban miles de aficionados vestidos con la camiseta del Athletic. A la izquierda, en lo que fueron los Altos Hornos de Vizcaya, un centenar de obreros con sus cascos, que trabajan en la Acería Compacta de Sestao, algunos de ellos subidos a una grúa, como los que aparecen en las fotografías de 1983.
Al paso por los astilleros Murueta, sonaron las sirenas del Arteaga, un barco que se construye en sus muelles, engalanado de rojo y blanco. Después llegaron Erandio a un lado y Barakaldo al otro, con los balcones abarrotados y gente en los tejados. Detrás de la gabarra, en la que los jugadores seguían con la fiesta, exhibiendo la copa a una margen y la otra, viajaban decenas de barcos.
En uno de ellos, el jugador del Barcelona Iñigo Martínez, con una ikurriña y un gorro negro, a bordo de su yate anclado habitualmente en el Puerto Deportivo de Getxo. Viajó a Bilbao a primera hora después de regresar de París, donde su equipo jugó contra el PSG.
Parada en San Mamés
Según la comitiva se acercaba a Bilbao, arreciaban los cánticos en las orillas. Y también en la gabarra, esta vez dedicados a los periodistas, cuando se acercaban al lado de su embarcación: “¿Dónde está la ibizaneta, la ibizaneta dónde está?”, en relación a las informaciones sobre las vacaciones de los jugadores en Ibiza, o “¿y el puro qué?”, sobre una fotografía de Iker Muniain con uno en las manos. No quedaba un hueco libre, salvo en los lugares vallados en los que, por precaución, se prohibió la entrada de espectadores. Por Lutxana, el Varkan Marmara, un barco gasero turco, también saludó con su sirena.
Luego llegó la entrada en Bilbao por Zorrozaurre, y la gabarra se detuvo para lanzar pétalos de flores a la altura de San Mamés, en recuerdo de los socios fallecidos. Después, la gabarra cruzó bajo el puente Euskalkduna, el de Deusto, la pasarela Padre Arrupe, el llamado Papa Negro, gran seguidor del Athletic, el de la Salve y finalmente el puente de Calatrava, antes de desembarcar en el Ayuntamiento, donde esperaba una multitud. Allí los jugadores saludaron desde la balconada. “Por los que están, por los que se han ido, por quienes jugaron en el Athletic y no lo consiguieron, esto va por todos”, resumió Iñaki Williams.
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