Modric hechiza a Balaídos, que le ovaciona, y rinde a Ancelotti: “Es inmortal”
La afición del Celta despidió en pie al croata cuando lo sustituyó Ceballos después de marcar un gol y dar una asistencia
Solo uno de los vértices del Triángulo de las Bermudas, Luka Modric, compareció en Balaídos, que le despidió aplaudiendo en pie. Faltaban Kroos por gripe y Casemiro porque se ha mudado a Mánchester, y ese viaje aún tiene al croata cavilando: “Es una pena. Hemos hecho historia aquí con él. Ha sido una pieza fundamental para nosotros, y lo vamos a extrañar mucho como futbolista y como persona. Pero esto es parte del fútbol. Estoy triste de verle irse, pero ahora tenemos que seguir sin él”.
Y Modric siguió, como si él, 36 años ya, no fuera a acabarse nunca. Cuando el centro del campo sufría, cuando chirriaba todo en la salida, se retrasó, apareció más, tomó el mando, y hasta sacó al equipo del empate con un formidable disparo desde fuera del área: 1-2. “He hecho un amague, como que la voy a dar, porque Vini había hecho un desmarque, pero decidí hacer un regate y tirar”, explicó. Tan aparentemente sencillo como inevitable, según lo vio el técnico rival, Coudet: “Lo de Modric es una genialidad, es prácticamente inevitable. Sale Aidoo ahí a bloquear...”. Y nada. Gol.
El que transformó el encuentro, según Carlo Ancelotti: “Ha marcado el gol más importante para nosotros. Nos ha adelantado, y el partido a partir de ahí ha sido un poco más sencillo”, explicó. “Es inmortal. Luka siempre está listo”.
Después de su gol, en efecto, todo resultó más fácil, también para el croata, que dio la asistencia para el gol de Vinicius: “Hemos hecho una buena salida desde atrás. Lo he visto solo y Vini ha hecho el resto”. El resto fue empezar a correr en su campo, tirarse un control largo a una zona que provocó las dudas de Hugo Mallo, que corría hacia atrás, y del portero, Marchesin. El lateral, toda la noche peleado con el brasileño, al que sacó varias veces del campo con sus embestidas, se frenó un poco convencido de que el guardameta se adelantaría a interceptar el balón. Marchesin dudó y terminó enganchado en el área. Vini no duda. Vini corre. Recogió la pelota, regateó y marcó su primer tanto del curso.
El Madrid goza los partidos abiertos, como dijo Ancelotti: “Si es un partido de ida y vuelta nosotros nos encontramos bien”.
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