Belén Toimil pone al peso español en órbita europea
La lanzadora gallega bate por 70 centímetros el récord nacional de lanzamiento de peso, que ya tenía 25 años
Cuando Martina de la Puente fijó en 17,94 metros el récord de España de lanzamiento de peso, Belén Toimil era una niña de dos años que jugaba en su pueblo de Mugardos (A Coruña). Casi 25 años después es una atleta fuerte, muy fuerte, y estilizada en el mundo de las lanzadoras de peso (1,75m / 89 kilos) que agarra la bola de cuatro kilos como si fuera de algodón, tan ligera en sus manos, la coloca bajo su barbilla, moviliza las neuronas espejos visualizando con calma y tranquilidad los movimientos rotatorios que efectúa, ágil, veloz, sin salirse del círculo de lanzamientos, y la lanza al aire, y sigue pareciendo ligera, parece que vuela en un arco perfecto, y cae lejos, tan lejos que a Toimil le parece imposible, y parece que no se lo cree. La ha lazado a 18,64m, ha batido un récord de 25 años por 70 centímetros. Se ha clasificado para la final (viernes, 19.06, TDP). A los 26 años (cumple 27 en mayo) ha entrado en otra dimensión. Ha puesto al peso femenino español en órbita europea, una proeza que hace nada parecía utópica.
Y en la distancia, en León, viéndola por la tele, Charly Burón, su entrenador, se acuerda de la niña que llegó hace ocho años al centro de alto rendimiento, y se acuerda de que hace solo un año comenzaron a entrenar con la técnica rotatoria. “Y nos dijimos que si en la técnica lineal, la de toda la vida, nos podíamos dar seis años para llegar a dominarla, con la nueva tendríamos que hacerlo en un año, que habría que alcanzar un nivel aceptable rápido para al menos mentalmente alcanzar una satisfacción”, dice Burón, entrenador hace años de Manuel Martínez, el mejor lanzador de peso de la historia en España. “Y también me acuerdo de la conversación que tuve con Belén en septiembre, cuando le dije que habría que hacer las cosas a mi manera, con mi estilo, mi coherencia, y ella vio que el atletismo era la mejor manera que tenía para estar en el mundo. Y entonces dio un cambio fundamental de actitud. Ha lanzado tranquila, con mucha claridad táctica, y a la primera. A veces los milagros salen”. Al terminar 2020, la mejor marca de Toimil era de 17,21m. Hace unas semanas la alargó hasta 17,86m y de ahí, a la luna, 18,64m, en un segundo salto gigantesco.
Si para el atletismo español, el récord de Toimil es quizás la mejor noticia de lo que va de año, para Burón significa salir de lo que él denomina “una zona de incomprensión”. “Yo solo busco la armonía y la coherencia conmigo mismo, no busco aplausos”, zanja. Y cuelga para centrarse en la final del viernes, a la que Toimil llega con la tercera mejor marca de la calificación, tras la alemana Christina Schwanitz (18,86m) y la bielorrusa Allona Dubitskaya (18,74m).
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