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Marvin Park, la bala silenciosa

El futbolista, introvertido extremo, se convirtió ante el Getafe en el primer canterano del Madrid que debuta como titular en Liga con Zidane desde 2018

Marvin Park, perseguido por Cucurella en el partido contra el Getafe en el Di Stéfano.
Marvin Park, perseguido por Cucurella en el partido contra el Getafe en el Di Stéfano.AFP7 vía Europa Press (EL PAÍS)
David Álvarez

El primer misterio que han tenido que descifrar todos los equipos donde ha jugado Marvin Olawale Akinlabi Park (Palma de Mallorca, 20 años) nunca era futbolístico. “No hablaba nada”, dice Xisca Coll, delegada de la AD Penya Arrabal, el club mallorquín del que lo fichó el Real Madrid con 15 años. “Era súper tímido. No hablaba ni conmigo ni con los chavales”. Era habitual verle en el vestuario con la cabeza agachada, mordisqueando el cuello de la camiseta. Preocupados, los responsables del club llamaron a la familia —padre nigeriano, madre surcoreana—. Ella habló por el chico: estaba muy feliz y muy contento, debían estar tranquilos.

Pero el silencio persistía. Podía ir a tomar pizza con los compañeros y pasarse toda la cena callado, sin tocar la comida ni la bebida.

Por escrito era distinto, según Coll: “Me escribía por WhatsApp para ver si le podía llevar al entrenamiento; quedábamos en cómo recogerle, pero entraba en el coche y no hablaba”. Fue así su primer año de cadete con ellos. El segundo se fue abriendo. Y entonces llegó la oferta del Madrid, donde el martes contra el Getafe se convirtió en el primer canterano que debuta como titular en la Liga con Zidane desde su hijo Luca en mayo de 2018. “No hay derecho. Ahora que hablas, te vas”, bromeó Coll al despedirse.

En el verano de 2016 el misterio de Marvin aterrizó sobre la mesa de Álvaro Benito, entonces entrenador del juvenil C del Madrid: “Era muy introvertido. Le costó mucho adaptarse a Madrid y a los compañeros. Fue un trabajo muy largo. Hasta enero no empezó a asomar”, dice. Fue el resultado de un empeño colectivo, para el que Benito pidió ayuda a sus compañeros. Ahí empezó a destaparse el futbolista bala que había deslumbrado a los ojeadores del club en el campeonato de España que disputó con la selección balear en Logroño en diciembre de 2015.

Su llegada al juvenil C no fue su primera visita a Valdebebas. Ya había estado allí en abril de 2015. Para jugar contra el Madrid con el Penya Arrabal. Recorrieron la ciudad deportiva deslumbrados por el lugar, Coll los fotografió en cada esquina y Marvin, que entonces llevaba el número 11, se cambió en aquellos vestuarios que después han sido tan suyos. Empataron (1-1) y regresaron a Mallorca.

Marvin Park, a la derecha, con el Penya Arrabal en el vestuario de la ciudad deportiva del Real Madrid de Valdebebas en abril de 2015.
Marvin Park, a la derecha, con el Penya Arrabal en el vestuario de la ciudad deportiva del Real Madrid de Valdebebas en abril de 2015.Xisca Coll


Por entonces jugaba de media punta en Palma, pero Benito lo ubicó enseguida en la banda derecha, “como lateral o, mejor, como carrilero, sin tanta responsabilidad defensiva”. Como sucedió en su día con Achraf, en Valdebebas entendieron que resultaría más amenazador con más campo por delante. “Es el jugador más rápido que he visto en mi vida. Tiene pies de velocista. Contra el Getafe no se atrevió, y tiene que atreverse más, y aprender a sacarle jugo a su velocidad”, dice Benito, que le dirigió dos cursos. “Ha crecido mucho, sobre todo en la comprensión del juego, que le costaba. Cuándo pasar, cuándo correr”. Coll también ha notado la mejoría: “Le han perfeccionado mucho el pase atrás, que es marca de la casa. Irse por la banda hasta la línea de fondo y saber dónde tiene que dar el pase”.

Así ascendió en La Fábrica, hasta ganar el pasado verano la Youth League a las órdenes de Raúl. Mientras, ya la temporada pasada participó en algún entrenamiento con la primera plantilla. Cuando a principios de este curso jugó en un amistoso contra el Getafe, estaba pletórico: “Con ellos el juego es muy fácil. Están todos siempre bien colocados. Todas las veces que la pedía me la pasaban. He disfrutado un montón”, le dijo a Coll.

Está terminando ya de romper el cascarón de silencio que le envuelve desde su primer equipo, el Tranmere, frente a Liverpool, al otro lado del río Mersey, donde vivió entre 2005 y 2012. “No hablaba con nadie más que conmigo”, contó a The Athletic su excompañero Josh Solomon-Davies, que le perdió la pista cuando, sin avisar, regresó a Mallorca. Hasta que hace cuatro años supo que había firmado por el Madrid y retomaron el contacto. Un mes antes de su primera titularidad liguera, su amigo se cruzó con otro futbolista todavía del Madrid. En la FA Cup Gareth Bale visitó con el Tottenham la casa del Marine. Solomon-Davies fue el lateral derecho titular de su equipo de la octava división (0-5).

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Sobre la firma

David Álvarez
Sigue la información del Real Madrid y la selección española en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de la sección de Deportes. Ha cubierto los Juegos Olímpicos, el Mundial de fútbol y la Eurocopa. Antes trabajó en ABC, El Español, ADN, Telemadrid, y La Gaceta de los Negocios. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra.

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