Moussa Dembélé, un tanque al espacio
El Atlético ultima la cesión del delantero del Lyon, una perla del fútbol francés que no termina de explotar en la élite
Moussa Dembélé (Francia, 24 años), una perla del caladero francés que aún no ha confirmado su explosión definitiva en la élite, ha sido el delantero elegido por el Atlético de Madrid para reemplazar a Diego Costa. El Olympique de Lyon, donde no ha logrado formar la explosiva pareja que se esperaba con Memphis Depay, ha accedido a una cesión de seis meses con una opción de compra no obligatoria de 35 millones de euros. “Si el acuerdo es así, el Lyon espera o una revalorización que le permita recuperar la inversión que hizo [22 millones de euros] o que se recupere en el Atlético”, opina un intermediario que opera en Francia e Inglaterra.
Siguiendo las instrucciones de Simeone, que quería un jugador contrastado y no un becario como Ivan Saponjic para dar respiros a Luis Suárez, y atendiendo a las limitaciones económicas del club, Dembélé se ha impuesto a la opción de Willian José. La Real Sociedad pretendía una compra obligatoria al término del préstamo, pero el Atlético no aceptaba ese compromiso por un jugador de 30 años cuya adaptación al Atlético y a Simeone eran una incógnita. A falta de pasar el reconocimiento médico, Dembélé no será citado para el aplazado Atlético-Sevilla de esta noche (21.30, Movistar LaLiga).
El nuevo fichaje rojiblanco, que se recupera de una fractura del brazo que se produjo el 19 de diciembre, es un delantero para jugar con espacios por delante, justo lo que el físico impide ya realizar a Suárez. “Moussa es más un rematador, no es un jugador que produzca juego. Sus grandes cualidades son la profundidad y la finalización. Si logra tomar las decisiones correctas y le dan buenos balones, marcará goles”, le definió recientemente Yves Gergaud, que lo entrenó en las categorías inferiores del PSG. Dembélé es un tanque ligero y potente (1,83 m y 74 kilos) para jugar al espacio y a la contra con algunos toques de refinamiento.
Elogios de Zidane
Nacido en Pontoise, un suburbio al norte de París que aglutina a inmigrantes de origen maliense, en sus calles también se forjaron N’Golo Kanté (Chelsea) y Moussa Sissoko (Tottenham). De allí salió el nuevo delantero rojiblanco para firmar por el PSG con apenas 10 años. Y de allí se marchó con 16 al Fulham cuando intuyó que la política inversora de los nuevos propietarios cataríes no le ofrecería un camino despejado hasta el primer equipo. Los 17 tantos que marcó en la ruda Premiership (Segunda División) le valieron el traspaso al Celtic de Glasgow, donde firmó 51 goles en 94 partidos antes de que el Lyon lo recuperara, en el verano de 2018, para el fútbol francés con el objetivo de paliar el regreso de Mariano al Real Madrid. Poco antes, la aventura de Dembélé por alcanzar el éxito fue descrita por las estrofas de los raperos franceses M2K’Mc Feat Virgil. “Traumatizo como Ronaldo/ Ha llegado mi hora/ He recorrido un largo camino/ No típico/ Disparo a la multitud/ Cuando la gente no creía en mí, era cuando era más fuerte/ Toda Europa se vuelve loca por mí/ los pongo celosos”, rezaban los rabiosos versos.
El nuevo delantero rojiblanco lleva mucho tiempo en el radar de los grandes clubes europeos. El propio Zinedine Zidane le ha elogiado en varias ocasiones. “Me gusta ver a los jóvenes jugadores franceses y Dembélé me entusiasma”, le ensalzó el entrenador madridista hace dos temporadas.
Sin embargo, ni los dos goles que le marcó al Manchester City saliendo desde el banquillo en los cuartos de final de la Champions celebrados en Lisboa el verano pasado lograron que Rudi García le haya concedido la titularidad definitiva en el Lyon. Depay, Ekambi y el joven Kadewere le han reducido su participación este curso a 16 partidos (seis titularidades) y un único gol. Tampoco el seleccionador francés, Didier Deschamps, pese a que ha reconocido que le sigue de cerca, le ha dado la internacionalidad absoluta tras haber pasado por todas las categorías inferiores de los bleus. Una señal evidente de que aún no ha terminado por romper.
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