Courtois impone sus guantes
Bloqueado su equipo ante un Atlético hermético en el mediocampo, el portero desbarata los contragolpes con cuatro paradas notables y una actuación decisiva en los penaltis
Al-Balad, el centro histórico de Yedda, es un laberinto de callejones angostos a la sombra de edificios castigados por el salitre y el erosivo paso del tiempo. Las balconadas forradas de celosías de pino se conjugan con el silencio expectante de comerciantes de perfumes, telas y especias ante el paso de potenciales compradores. Cuando llega la hora de la tercera oración los portones de corredera de madera maciza se cierran al son del musical reclamo del muecín. No había huella alguna de esta Supercopa en el casco viejo de Yedda hasta que por una de sus callejuelas apareció un grupo de directivos de la Federación Española de Fútbol acompañados por sus esposas. Como Luis Rubiales, los dirigentes están encantados con el suculento reporte económico que le ha supuesto a las arcas federativas llevar la Supercopa hasta Arabia Saudí. Y, como su presidente, están convencidos de que han contribuido a la lucha por la igualdad de la mujer saudí. Las mismas escenas turísticas familiares que se daban en la época de Ángel María Villar se dan ahora con Rubiales. La historia es circular para todos. Así debió interpretarlo también Zinedine Zidane, que por primera vez en lo que va de temporada repitió alineación.
El técnico francés volvió a poblar el centro del campo con cinco volantes animado por el recital que dio su equipo en la semifinal contra el Valencia. La razón esgrimida para poner en práctica esa fórmula ante el conjunto de Celades, hacer correr detrás del balón a un equipo que no le gusta, pareció inane contra el Atlético durante casi todo el primer tiempo. Si hay un equipo al que no le importa entregar la pelota al rival es al de Simeone. Así que al Madrid le sobraban centrocampistas y le faltaba profundidad. Valverde volcado a la derecha, pese a la insistencia que tuvieron sus compañeros en buscarle, no estuvo tan agudo como en la semifinal del miércoles. En la previa, en la dirigencia madridista había quien opinaba que la banda derecha debía ser ocupada por Rodrygo. El Atlético no solo le cerró bien las vías de llegada al centrocampista uruguayo, sino que en los primeros 25 minutos hasta jugó más en campo contrario. Con Thomas y Herrera imponiéndose a Casemiro. Dominadores y llegadores al área de Courtois, a los futbolistas de Atlético les tembló el pie en los metros finales. A João Félix se le escapó por medio metro un tiro franco que Sergio Ramos le regaló en la frontal del área. En otras incursiones, a los jugadores de Simeone les faltó más temple para terminar de desarmar a la defensa madridista. Tanto desacierto con la pelota derivó poco a poco en pérdidas que le entregaron el dominio al Madrid antes del intermedio. Y de nuevo, apareció esa falta de profundidad.
“Tenía claro cómo lanzaría el penalti Thomas”
Al poco de la vuelta del descanso, Zidane disolvió su apuesta por superpoblar el mediocampo. Sentó a Isco y por fin satisfizo los deseos de algunos de los representantes madridistas en el palco con la entrada de Rodrygo. Los primeros minutos del extremo brasileño coincidieron con el arreón más fuerte del Madrid. Jovic, Valverde y Mariano estuvieron a punto de concretar la superioridad de su equipo. Solo las conducciones de Vitolo la pudieron contrarrestar. Con todo, la ocasión más clara fue de Morata, que apuntó al palo de Courtois cuando tenía un remate franco cruzado.
La prórroga, que se ha dado en cinco finales (una en Copa del Rey, dos de Champions, una de la Supercopa de Europa y esta) de las seis que han disputado Real y Atlético en los últimos años deparó las dos personalidades de uno y otro entrenador. Mientras Zidane iba de uno en uno hablando tranquilamente con sus jugadores, Simeone organizaba una reunión tribal alrededor suyo. Courtois detuvo el mayor empuje del Atlético en la prórroga que deparó los penaltis. El portero belga hizo seis paradas, cuatro de ellas de tiros desde dentro del área. Finalmente, Courtois volvió a ser decisivo en la tanda de penaltis parándole a Thomas el segundo tiro de la tanda rojiblanca.
“Fue un partido muy trabajado”, dijo Courtois. “En la tanda de penaltis hemos tenido más confianza que ellos. Me repasé los penaltis antes del partido. Me sorprendió Saúl pero tenía claro cómo lo iba a lanzar Thomas: duro y a mi derecha”.
Florentino Pérez, gran impulsor del fichaje del belga, sacó pecho tras el partido. "Fichamos a Courtois porque es el mejor portero del mundo", dijo el presidente madridista, "y hoy lo ha demostrado".
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