Muguruza salva un día horroroso
La hispanovenezolana sobrevive en el debut ante Zidansek tras cometer 64 errores y ceder seis veces el saque en un partido desgobernado: 7-5, 4-6 y 8-6, después de 3h 01m. Se enfrentará a Kristyna Pliskova
El silencio manda y la tensión aumenta en la coqueta Simonne Mathieu, envuelta de plantas y una vidriera que se mimetiza con los Jardin des Serres, y donde a Garbiñe Muguruza la llevan mil demonios porque quiere y no puede. Su tenis, sencillamente, se traba. No atina, se enreda, se cabrea. Tamara Zidansek, a la que no se había enfrentado nunca, va enredándole hasta conducirle hacia el lugar que exactamente quería: la duda. Hay días grises y días luminosos, y también esos días raros en los que no se sabe muy bien hacia dónde se dirige la hispanovenezolana. Este último fue ni más ni menos que horroroso. Y aún así, Garbiñe lo salvó: 7-5, 4-6 y 8-6, después de 3h 01m.
Una de cal, otra de arena. Suspiros, alivio, un beso a Conchita. De buena me he librado, pasa por esa cabeza. “Ha sido un cúmulo de todo", explica luego; "la tensión de estar en un grande, del primer partido y ante una rival que no conocía. Creo que ella ha jugado a un nivel altísimo, durante las tres horas, así que estoy contenta de haber ganado el partido. Está claro que debo mejorar algunas cosas, pero las primeras rondas siempre son difíciles. Aunque haya sido largo y duro, estoy contenta”.
Su primer turno de servicio fue premonitorio. El juego se prolongó durante 15 minutos y cedió siete bolas de break hasta que la eslovena consiguió desequilibrar, e inclinar el terreno a su favor. Se planteó desde ahí un partido sin gobierno y sin control. No es nuevo: en ella misma está el origen, y también la solución. Salió destemplada Muguruza. Quería ejercer, pero el nerviosismo no le dejaba. Le faltó finura en los golpes y le sobró aceleración. Lo aprovechó Zidansek, que con muy poquito sacó mucho. Repertorio limitado. Devolver y esperar. Atraer a Garbiñe a la red e inducirle hacia el error. Hasta 64, en total.
Llevan veneno los estrenos en los grandes y la 15ª del mundo siguió metiéndose en un lío porque sufría con el servicio (tres dobles faltas de entrada) y se precipitaba en la definición. Cedió seis veces el saque, transcurrió el duelo a tirones y rescató el primer parcial a base de agallas. No pudo repetir en el segundo y arrastró la dinámica hasta el tercero, encajando seis juegos consecutivos. En la resolución estuvo muy cerca de darse un trompazo. Sin embargo, se enderezó a tiempo. De break en break, un escenario a evitar a toda costa, acabó saliendo airosa de una tarde para olvidar.
Conviene, en cualquier caso, resetear y quedarse con lo bueno. Lo pasó fatal, pero sobrevivió. De esto van los Grand Slams, bien lo sabe ella. Luchar, luchar y luchar, como ya hiciera la semana previa en el Foro Itálico de Roma. Salió adelante después de sufrir un mundo y París le exige ahora un salto más que considerable. Kristyna Pliskova (6-1 y 6-2 a Viktoria Kuzmova) por delante, el miércoles. Con apretar los dientes no será suficiente.
“Sobre todo afecta la temperatura”
Como muchos otros tenistas, Muguruza salió a la pista protegida por prendas térmicas. Su partido arrancó a media tarde y pese a que la tercera pista del recinto está bastante protegida, el otoño también se hizo sentir.
“No son condiciones fáciles, la verdad. Estamos acostumbrados a algo muy diferente. No son solo las bolas, sino la tierra, la temperatura, las luces… No voy a decir que es otro torneo, pero desde luego sí es muy diferente. Todo afecta, pero sobre todo la temperatura. Hacía mucho que no jugaba un partido con una temperatura así”, indicó.
Por otra parte, Serena Williams se corrigió y sacó adelante sin sobresaltos su puesta de largo en el torneo, contra Kristie Ahn. La ganadora de 23 grandes venció por 7-6(2) y 6-0, y se medirá en la segunda ronda a la búlgara Tsvetana Pironkova. Aún más firme estuvo Dominic Thiem. El austriaco, uno de los candidatos al título, se impuso a Marin Cilic por 6-4, 6-3 y 6-3 y se enfrentará a Jack Sock.
Mientras, el tenis español lamentaba la inesperada baja de Aliona Bolsova, que el año pasado alcanzó los octavos y esta vez se marchó a las primeras de cambio al caer ante la italiana Jasmine Paolini (6-4 y 6-3), y la de Feliciano López (7-6, 6-4 y 6-4 para Daniel Altmaier).
Sí progresaron Albert Ramos (6-4, 6-3 y 6-0 a Adrian Mannarino), Pablo Carreño (6-3, 6-2 y 7-5 a John Millman) y el valenciano Pedro Martínez, quien batió a Aleksandar Vukic por 7-5, 6-4 y 6-0 y logró así la primera victoria de su carrera en el Grand Slam parisino.
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