El Sevilla tira de plantilla y remonta ante un combativo Cádiz
Un gol de Munir en el minuto 90 y los cambios de Lopetegui definen el derbi regional
El Sevilla remontó un derbi regional que se le puso muy complicado. El Cádiz, combativo y con las ideas claras, jugó su partido. Casi le sale bien. No puede luchar contra la amplitud de plantilla del Sevilla. Es posible que al campeón de la Liga Europa le falte un delantero de tronío, sin duda, pero tiene una plantel de mucha calidad y talento. A la hora de partido y debajo en el marcador con un gol de Salvi, Munir, De Jong y Jordán le dieron otro aire al Sevilla. Surgió la figura enorme de Navas y De Jong empató después de una gran jugada del internacional español. Con el 1-1, el Cádiz, bastante tocado, se refugió en su área para defenderse con oficio. Le costaba al Sevilla, pero Jordán metió un gran balón a Munir. No llegó Cala, que crujió en su intento de taponar el balón. Munir marcó tras una galopada en solitario. Calidad y eficacia para ganar el partido en el minuto 90. Como más duele para tormento de este Cádiz que compitió lo que pudo. Quizás lamente la rabona de Negredo que despejó Bono con el 1-0 a favor. Al no ser gol, la genialidad se convirtió en una estupidez. Llegó todavía un tercer tanto del Sevilla, de Rakitic, después de otra gran acción de Munir. Es lo que tiene contar con una plantilla de calidad. También un entrenador como Lopetegui, que manejó bien a su equipo en la segunda mitad. Ante el Cádiz, le puede valer al Sevilla con esta versión. En las batallas que le esperan en esta temporada tan exigente, quizás no tanto.
El campeón de la Liga Europa compareció en el derbi regional con una marcha menos, quizás lastrado por el hecho de afrontar un partido menos de 72 horas después de la final de la Supercopa. Un par de horas antes, el Bayern, rival en Budapest, había caído goleado ante el Hoffenheim (4-1). Un ejemplo de lo complicado que resulta competir con garantías dos veces por semana y después de un esfuerzo como el del pasado jueves. Lopetegui se lo olió. Por eso hizo hasta cinco cambios con respecto al equipo que cayó con tanto honor frente al Bayern.
El Sevilla tocó y tocó mientras que el Cádiz apretaba con lo que tenía. Tiene sus limitaciones el equipo que por fin pudo ya entrenar Álvaro Cervera tras superar el coronavirus. Le dio al partido lo que exigía. Es decir, un repliegue intensivo para atosigar a un Sevilla cansado y algo destensado. La intención era pillarlo al contragolpe tras robarle el balón. Bono salvó un disparo tremendo de José Mari que iba a la escuadra y todavía Salvi estuvo a punto de marcar en un gran centro de Pombo. El resto fue defenderse con orden ante un Sevilla que incluso a un ritmo lento creó ocasiones. Es lógico viendo la calidad de elementos como Suso, Rakitic, Ocampos o Navas. El otro gran problema del equipo de Lopetegui, además de su lentitud, fue que todo lo que generaba gracias a su talento moría en los pies de En-Nesyri. Lopetegui le dio la titularidad tras su error en la final de la Supercopa. Al delantero se le nota falto de confianza. Óliver Torres y Rakitic gozaron de dos claras ocasiones para hacer el 0-1. En la primera, el balón dio en el palo por fuera y en la segunda, el croata no atinó a rematar un excelente centro del incombustible Navas.
El Cádiz metió un golazo en el minuto 48. Salvi acertó ante la dejada de Negredo. Una acción brillante del delantero, que luego decidió mal con una rabona que no venía a cuento. Lopetegui empezó a meter mucha dinamita en su equipo. Futbolistas como Suso y En-Nesyri agotaron su crédito. Munir, Jordan y De Jong le dieron otro aire al Sevilla. Surgió la figura inconmensurable de Navas y De Jong empató de un gran remate de cabeza. Lopetegui ordenó una defensa de tres y el Sevilla, aunque algo lento, dominó ya a su antojo el partido. El Cádiz se defendió como pudo en busca del punto e incluso de un contragolpe salvador. Pero Salvi se rompió y una gran jugada de Lozano no encontró rematador. El Sevilla decidió no perdonar más. Munir sentenció tras un gran pase de Jordán mientras los jugadores locales pedían una falta previa a Lozano. El Cádiz se ahogó en la orilla tras nadar una barbaridad. Una simple cuestión de calidad.
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