Los deportistas y otros ricos
A los atletas les sometemos a un linchamiento público diario sin ni siquiera interesarnos por lo que piensan o por todas las campañas que hacen
El ego y el ‘click’. Definitivamente, las redes sociales se nos han ido de las manos. Su uso es libre, por supuesto, pero no sé si muy responsable. Se hacen foros, conferencias, jornadas y entrevistas por encima de nuestras posibilidades. Y lo digo de manera literal, no nos llegan las horas. Quizás entre tanto directo de Instagram se nos ha colado ya demasiado ego, como si todos tuviésemos muchas cosas importantes que decir, como si mereciésemos ese tiempo de atención de todos los que están en sus casas, aburridos y sin nada que hacer; o eso pensamos. Aunque también debemos entender que somos seres sociales, buscamos la manera de adaptarnos a esta situación, de satisfacer nuestras necesidades sociales y de encontrar vínculos humanos. Y esto es precisamente lo más positivo, que buscamos nuestra base, lo humano, al mismo tiempo que recuperamos la creatividad, esa que nos viene de base y que con los años vamos perdiendo u olvidando. La verdad es que todos tenemos un micrófono y lo que hagamos con él es responsabilidad de cada quien; al igual que escoger qué ver y en qué invertir nuestro tiempo y energía.
Exactamente igual con muchos medios de comunicación, que no hacen más que dar espacio a noticias que ni siquiera son noticias. Ahora, en el mejor de los casos, nos encontramos con hipótesis y conjeturas como las que podría hacer cualquier hijo de vecino. También con muchos consejos sobre lo que hay o no hay que hacer y, especialmente, muchas críticas, a todo y a todos. En otros casos la necesidad del click roza el límite y aparecen las invenciones y el tiempo y espacio para las cosas más lamentables y carroñeras. Y que alguien permita que eso salga o sea la tendencia es mucho peor que el que dice o hace algo estúpido. Cuanto más mejor no siempre es cierto.
La conciencia del deporte. A ver cómo le explicamos a los más pequeños que la gente billonaria o las empresas con millones de beneficios anuales están despidiendo a trabajadores que dependen de su sueldo no para ahorrar o invertir, sino para comer y tener techo. Y a ver cómo les explicamos que a los únicos que le exigimos una conciencia social es a los futbolistas y resto de deportistas, a los que sometemos a un linchamiento público diario sin ni siquiera interesarnos por lo que piensan o por todas las campañas e iniciativas que están haciendo algunos de ellos. Pau Gasol y Rafa Nadal con la Cruz Roja, Juan Mata con Common Goal, las jugadoras de la Primera División con #JuntasVenceremos, Cristiano Ronaldo en Portugal... “Son los que más pueden hacer, con todo lo que ganan...”. Bueno, no todos ganan lo mismo, hay muchos deportistas que están igual de preocupados que el resto de los mortales. Además, también hay otra mucha gente que gana mucho y no se le exige nada. Empresarios, inversores, banqueros... y bueno, a partir de ahora cualquiera que tenga trabajo. No olvidemos esto e intentemos ayudar al resto, porque nuestro estado de bienestar necesita de todos, más o menos privilegiados.
El espectáculo debe seguir. ¿Vuelve el fútbol o no vuelve el fútbol?, ¿cuándo y cómo? Eso es lo que debaten (por decirlo de alguna manera) la RFEF, LaLiga y AFE. Y ya de paso todas las radios y televisones, y con ellos todos nosotros. Todas las partes tienen planes, ideas, intenciones... pero nada seguro, porque ni saben si será posible ni son capaces de ponerse de acuerdo. Acabar la temporada es el objetivo de todos y sería lo ideal, claro, por ética deportiva lo primero, y por dinero lo segundo. Pero no a cualquier precio, la salud y seguridad de las personas debe ir por delante. En cuanto a jugar en estadios vacíos... ya prácticamente nadie está en contra. Pasó de ser la primera piedra arrojadiza a desaparecer del debate. Y es que unos porque añoran mucho el balón y otros porque al menos lo verán por la televisión. Show must go on, que diría Queen.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.