Sexta victoria consecutiva del Real Madrid en la Euroliga
Los de Laso se imponen al Zenit gracias a un gran arranque de tercer cuarto
Una fantástica racha tras el descanso propició la victoria del Real Madrid en la cancha del Zenit de San Petersburgo (71-86), la sexta consecutiva en la Euroliga. El parcial de 0-13 fue una bombona de oxígeno para los de Laso, que se dedicaron a administrarla a trompicones con la batuta de Campazzo, el rebote de Tavares y la puntería puntual de Rudy y Causeur ante un rival combativo pero víctima de la siesta que se echó en el tercer periodo.
El Zenit parece una selección de ex de la ACB comandada por Joan Plaza en el banquillo y Gustavo Ayón en el parqué. Will Thomas, Abromaitis, Colton Iverson, Renfroe, Ponitka, Albicy... Todos tuvieron su momento para complicar a un Madrid que no pudo vivir tranquilo ni cuando tuvo 20 puntos de ventaja.
Sin el recientemente lesionado Llull, Campazo empezó asumiendo todas las responsabilidades y metiendo todos los puntos. Los ocho primeros del Madrid llevaron la firma del argentino, que se beneficiaba de los rebotes ofensivos que estaba capturando Tavares bajo el aro ruso. El Zenit no se templó hasta que Ayón saltó a la cancha. Era de prever que el mexicano saldría con ganas ante su exequipo y así fue. Tavares dejó de vivir cómodamente y las primeras ventajas que había acumulado el Madrid (14-22) desaparecieron al final del primer cuarto.
Zenit, 71 - Real Madrid, 86
Zenit: Renfroe (-), Voronov (17), Ponkrashov (-), Thomas (13) y Iverson (2) —quinteto inicial—; Ayón (18), Trushkin (2), Albicy (7), Hollins (2), Ponitka (10), Abromaitis (-).
Real Madrid: Campazzo (19), Causeur (11), Deck (15), Randolph (4) y Tavares —quinteto inicial—; Rudy Fernández (11), Carroll (6), Laprovittola (3), Mickey (4), Thompkins (7), Taylor (-).
Parciales: 19-22, 18-22, 19-22, 15-20.
Árbitros: Christodoulou, Petek y Panther. Sin eliminados.
Sibur Arena, 6.184 espectadores.
A Ayón se le sumaron Ponitka y Albicy y el juego del Zenit empezó a fluir gracias a la buena circulación de la bola y el equilibrio del juego interior y exterior. Con el 31-28 de mediado el segundo cuarto sonaron algunas alarmas en el Madrid, que, sin embargo, no tardaron en apagarse gracias a la fenomenal racha en el triple que protagonizaron, Rudy, Carroll y Laprovittola. El argentino se entonó y ayudó a su equipo a salvar la ausencia de Campazzo, que descansaba en el banco. La brega de Mickey en la zona contribuyó a que el equipo español se fuera a descansar con cierto margen y mejores sensaciones.
Tras el descanso solo un equipo volvió del vestuario. En los primeros minutos el Madrid masacró a un Zenit que estuvo más de cuatro minutos sin anotar. Por contra, los de Laso volaban sobre la pista y martilleaban desde el perímetro con un acertado Causeur. El parcial fue de 0-13 y la ventaja se fue a los 20, circunstancia que auguraba cierta placidez para los madridistas. Sin embargo, el Zenit no se rindió. Siguió buscando a Thomas y Ayón en la pintura y apretó en defensa. El Madrid se precipitó de manera innecesaria cuando debía haber calmado el ritmo y la jugosa ventaja se le esfumó en un pispás. Solo un triple de Rudy sobre la bocina del tercer cuarto alivió el mal momento.
Laso se desesperaba desde la banda viendo cómo su equipo estaba jugando bastante mal. Los ataques se culminaban con malos tiros de fuera y la floja defensa no permitía salir al contragolpe. Voronov se apuntó a la fiesta y el Zenit pisaba los talones de los blancos (64-69) con cinco minutos por jugar. Por suerte para el Madrid apareció por primera vez Deck con unas canastas sanadoras y algún triple más e Rudy acabó por hundir al cuadro ruso, que se dejó ir en los últimos compases.
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