_
_
_
_
_
CARTAS DEPORTIVAS
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Nick Nurse en el Teatro de los Sueños

Estos Raptors son lo más parecido que hemos visto los últimos años a los admirados Spurs de Popovich

Nick Nurse habla con Stephen Curry
Nick Nurse habla con Stephen CurryVaughn Ridley (AFP)

La antigua Copa Korac, lo que hoy podríamos comparar con la Eurocup, tenía su personalidad muy marcada. Aquello sí que era la celebración de la Europa de los pueblos, y alrededores. Mi equipo, Estudiantes, tuvo que enfrentarse nada menos que con el Manchester, que había dejado en la cuneta al Sangalhos, portugués. Nos íbamos a Inglaterra. Un auténtico regalo para cualquier mitómano... del fútbol. Y de aquel equipo, sobre todo Alberto Herreros creo que hubiera cambiado, sin dudar, alguno de sus numerosos premios ACB por haberse sentido Fernando Redondo aquella recordada noche en el Teatro de los Sueños.

“Hay que ver Old Trafford”. “A las 12 hay vídeo. No da tiempo”. “Pues hay que encontrar la camiseta oficial”. Si quieren el dato del partido, me suena que no ganamos por mucho. Lo que no se me olvida es el aspecto de deporte de serie b que el baloncesto siempre tuvo en Inglaterra. Los Gigants de Manchester nos recibieron en un pabellón tipo velódromo medio vacío, sin energía ninguna, como casi siempre ha venido sucediendo en la British Basketball League (BBL).

Más información
Todos los articulos de Pablo Martínez Arroyo

Les cuento todo esto porque por aquellos años iniciaba Nick Nurse su curiosa aventura como entrenador de baloncesto de élite. Nada menos que nueve temporadas estuvo en Inglaterra, dos de ellas con mis queridos y añorados Gigantes de Manchester, a los que lamentablemente no pudo llevar al título de campeones.

La vuelta a EE UU de Nurse, y lo que ha pasado desde entonces, lo asemeja bastante a los inicios de Phil Jackson. Unos años exitosos en lo que ahora se llama Liga de Desarrollo (dos campeonatos obtenidos), la oportunidad de un trabajo de asistente en una franquicia NBA y, si la cosa no se estropea, la posibilidad de hacer historia en esa misma franquicia y en su primer año como entrenador principal.

Llegados a este punto, toca rematar el sueño. Hay datos que juegan muy a su favor; sus Raptors tienen ahora mismo una química muy especial. Con la aportación de Marc, el quinteto titular está muy bien balanceado. Marc ha aceptado ser el cuarto recurso ofensivo, después de Kawhai, Siakam y Lowry, pero él disfruta mucho haciendo de bisagra en sus equipos. Además, los minutos de juego de gente como VanVleet, o Serge Ibaka, no pueden igualarlos los Warriors con ningún reserva. Esa frase tan rimbombante que venimos escuchando sobre la conveniencia de “no subestimar el corazón de un campeón” a veces surte efecto, pero una cosa es que ese corazón pueda latir un día sin echar de menos a dos de sus cuatro pilares fundamentales, y otra que sea capaz de aguantar el latido durante un playoff al mejor de siete choques.

Si algo puede dejar este año como legado Nick Nurse es, sin lugar a dudas, la capacidad que han tenido sus Raptors para que los partidos se les hagan eternos a los rivales. Es casi imposible achacar parte de esa riqueza táctica del baloncesto que están ofreciendo a las diferentes experiencias directas de Nurse en el baloncesto internacional (Inglaterra y Bélgica son dos ligas muy alejadas del primer nivel europeo). Sin embargo, estos Raptors de Nurse son lo más parecido que hemos visto los últimos años a los admirados Spurs de Popovich. De aquellos Spurs se decía que su estilo tenía un ADN muy de baloncesto FIBA, y Popovich jamás lo desmentía. Si esa idea es tomada por buena, es evidente que la incorporación de entrenadores ayudantes como Ettore Messina en el caso de los Spurs y ahora de Sergio Scariolo en los Raptors, como todo lo que pasa en la elite de cualquier deporte, tiene un significado muy especial.

Dudo que Sir Bobby Charlton haya oído hablar en su vida de Nick Nurse; y me extrañaría que en algún momento se haya acercado a ver el espectáculo de esos Gigantes de Manchester, tan pequeñitos. Pero si Nurse hace a los Raptors campeones, propongo que lo reciba en Old Trafford. Al inventor de uno de los términos más emblemáticos del deporte le gustará su historia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_