Nadal ‘veranea’ en París
El balear, imponente, resuelve su acceso a los cuartos de París con una firme actuación contra Londero (6-2, 6-3 y 6-3, en 2h 13m), antes de la cita con Nishikori. Le acompaña Federer (6-2, 6-3 y 6-3 a Mayer)
Esa nube que se cuela de repente es una bendición.
Son las cuatro de la tarde en París y el termómetro marca treintaitrés grados húmedos y pringosos en el Bois de Boulogne, al suroeste de la ciudad. En el exterior de la Chatrier, los aficionados se disponen ordenadamente para humedecerse con un aspersor de agua que reparte felicidad y se convierte en el mejor amigo de todos. Dentro, un argentino sufre y poco más tarde otro también. “¡Me las tira aquí adelante todo el tiempo, no puedo ajustar, no!”. Es Leonardo Mayer, al que Roger Federer oprime en un punto sí y en otro también. Veredicto: 6-2, 6-3 y 6-3, en 1h 42m. A continuación, el desahogo viene de Juan Ignacio Londero, simplificando al fallar en una bola sencilla ante Rafael Nadal, después de marcarse un willy espectacular por debajo de las piernas: ¡Noooooooooo, Juan Ignacio, noooooooooo! Su sentencia marca un 6-2, 6-3 y 6-, en 2h 13m.
De nuevo, por segundo día consecutivo, el calor caía a plomo antes de que la lluvia demande a partir de este lunes su cuota de protagonismo tradicional en Roland Garros. Sofoco y abanicos en las gradas de la central, que asistieron al desfile del suizo y luego al veranear de Nadal, que no al de su adversario. Ni mucho menos. Golpeaba la bola Londero (78 del mundo y 25 años) emitiendo un soniquete asustadizo, como si alguien le viniera por detrás cada vez que enfilaba la bola, y reflexionaba el de Córdoba: ¿por dónde demonios puedo buscarle yo a este las cosquillas? La respuesta fue rápida y contundente: de ninguna manera.
“Cuando he venido por la mañana, era de esos días de verano, verano… Luego hacía mucho viento y no era fácil jugar, y creo que he hecho un muy buen partido. He cometido pocos errores y he sido sólido”, indicó Nadal.
Peloteaba bajo el sol parisino como si la sesión de bronceado fuera en su querida Manacor, disfrutando y sin susto alguno esta vez, afilando su drive mientras el calendario del torneo avanza y marca ahora un cruce, ya sí, teóricamente de mayor nivel. En los cuartos de final del martes tendrá enfrente al japonés Kei Nishikori, superior al local Benoit Paire (6-2, 6-7 y 6-2, 6-7 y 7-5). El nipón, reconocido por su estilo vertiginoso y habitante del top-10 desde hace años, llegará con 3h 55m en las piernas y un día menos de descanso. La estadística dice que solo ha podido derrotar dos veces a Nadal de las 10 que se han cruzado, y los hechos que se trata de un tenista con escasa fortuna, muchas lesiones y poquita gloria. El Godó de 2015 es hasta hoy su mayor premio.
Disfrutaba de lo lindo Nadal, sólido de inicio a fin, sin permitirse esta vez un solo despiste; lineal y hegemónico todo el rato para alcanzar el punto dulce del torneo con la maquinaria bien engrasada, por más que en los dos partidos previos, contra Yannick Maden y David Goffin, se concediera un par de lapsus que afortunadamente no fueron a ninguna parte. En esta ocasión, Nadal se subió al acorazado y castigó el optimista despliegue del argentino, que aunque se supiera predestinado a coger la puerta de salida quería hacerlo bien y contentar a sus amigotes, los 10 tipos ruidosos que le animaban desde su box con camisetas de la selección argentina. “¡É-cha-le hueeevos, Juan Ignacio échale hueeevos…! / ¡Puedes, puedes, Juan Ignacio puedes! / ¡Dale Juan, daleeeeeeeee! / ¡Oeeé, oé, oé, oeeé… Topoooo… Topoooo…!”.
La victoria 90 en París
El repertorio no tuvo prácticamente efecto, porque a excepción del servicio que le arrebató en el set final, correspondido con una buena reacción del balear, Londero, el tenista que toma batidos calóricos antes de acostarse para engordar y que viaja por el mundo con una batidora y una báscula, poco pudo hacer. Guerrear sin volver la cara, que no es poco, teniendo en cuenta el marco y su mandamás, Nadal. Logró el de Manacor su victoria 90 en Roland Garros y levantó de su asiento con un passing tremendo a un chico que lucía una gorra y una camiseta de Federer, con el RF del suizo (de Nike, más bien), y que poco antes había lanzado una consigna de apoyo al rival. “Let’s go, Juan!”. El joven, incrédulo ante ese majestuoso tiro, terminó con las manos en la cabeza.
“¿90 triunfos? Estoy encantado de tener esa estadísicta, pero yo estoy centrado en el día a día. Esta es mi realidad. No es momento para regodearme en las cifras”, apuntó Nadal. “Creo que la pelota está corriendo a la velocidad que necesito para poder aspirar a lo que quiero aspirar”, prolongó el mallorquín, que un año más celebrará su cumpleaños lejos de casa. “No estoy contento de tener 33”, bromeó . “Tal vez haga una pequeña cena, pero poco más. Juego al día siguiente”, selló relajado.
“NO ME ABRÍ LA CABEZA DE MILAGRO...”
Si el día del estreno ante Yannick Hanfmann se dio un toque en la coronilla con una cámara al salir a la pista, ayer Nadal sufrió otro percance cuando le tocó el cable de la spider mientras celebraba la victoria. Preguntado por esta cuestión, el manacorí deslizó su malestar, aunque de buen tono.
"Hay tantos artilugios por aquí en medio, que puede ocurrir alguna desgracia de vez en cuando...", advirtió el número dos; "no hay ninguna necesidad de que la cámara esté tan cerca, como para que pueda tocarla yo con la mano. El otro día no me abrí la cabeza de milagro... Tengo una raja".
"Este tipo de cosas son muy importantes para la promoción de nuestro deporte, pero a veces se olvidan un poco de que estamos jugando. Yo he entrado mil veces por esta pista y la cámara estaba ahí, pero el otro día obviamente se giró, y hoy no ha pasado nada, pero en un mal gesto podía haber pasado cualquier cosa...", zanjó.
RESULTADOS. DOMINGO 2
CUADRO MASCULINO: Rafael Nadal, 6-2, 6-3 y 6-3 a Juan Ignacio Londero; Roger Federer, 6-2, 6-3 y 6-3 a Leonardo Mayer; Stan Wawrinka, 7-6, 5-7, 6-4, 3-6 y 8-6 a Stefanos Tsitsipas. Suspendido: Kei Nishikori-Benoit Paire (con 6-2, 6-7 y 6-2).
CUADRO FEMENINO: Sloane Stephens, 6-4 y 6-3 a Garbiñe Muguruza; Marketa Vondrousova, 6-2 y 6-0 a Anastasija Sevastova; Petra Martic, 5-7, 6-2 y 6-4 a Kaia Kanepi; Johanna Konta, 6-2 y 6-4 a Donna Vekic.
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