700.000 seguidores saben que Ibai Llanos ‘castea’. A su abuela le costó entenderlo
El narrador de eSports del momento acapara la atención de la final de la competición nacional más importante de FIFA 19 con una figura de la televisión tradicional, Miguel Ángel Román. En el deporte virtual, los 'casters' son el alma de las retransmisiones
En menos de cuatro años Ibai Llanos ha pasado de retransmitir partidas de videojuegos desde su habitación a ser una de las voces más conocidas del deporte virtual en España. Entonces tenía 19 años. “Mis padres lo aceptaban algunos días mejor que otros y, por suerte, los vecinos no se quejaban por los gritos”, explica el que en la actualidad es el narrador de eSports más popular. Este bilbaíno acumula casi 700.000 seguidores en Twitter, más que muchos de los jugadores cuyas hazañas tiene que transmitir. En la gran final de la Virtual LaLiga eSports Santander, la competición nacional más importante de FIFA 19, que se disputó el pasado sábado 11 de mayo en Madrid ante 300 personas, Llanos fue tan protagonista como los mismos finalistas.
“Cuando en mi casa vieron que empezaba a viajar a retransmitir eventos de eSports, aunque no tenía mucha remuneración económica, lo empezaron a respetar un poquito más”. El estilo de Llanos para dar emoción a las partidas de League of Legends, un videojuego de estrategia y acción, llamó la atención de los responsables de la Liga de Videojuegos Profesional (Grupo Mediapro), que produce la Virtual LaLiga eSports Santander, siempre a la caza de nuevos narradores, a los que en la jerga se les conoce como casters. Y dio el salto. Abandonó su cuarto y hasta su ciudad. “He sacrificado prácticamente todo: relaciones personales, me he mudado de ciudad, no veo a mi familia y trabajo casi 24 horas al día”. Solo a su abuela le cuesta entender a qué se dedica. “Hasta hace poco pensaba que presentaba las noticias”, dice Llanos.
Su función es una de las más importantes en estos encuentros. Los casters son el alma de las retransmisiones y los que enganchan al público a lo que está sucediendo en la pantalla, siempre dictado por el poder del mando de los jugadores (gamers). La final de la Virtual LaLiga eSports Santander, que disputaron el ovetense Gravesen contra el grancanario Zidane10 (ganó el primero 4-1), Ibai Llanos estuvo acompañado de otro caster, Miguel Ángel Román (Sant Boi de Llobregat, Barcelona, 1977), narrador de fútbol desde 1999 y una de las voces más identificables del fútbol español en BeIN Sports. Describían regates de Messi, filigranas de Ronaldinho, remates de Maradona y quites de Petit, solo que allí, en realidad, no estaban ninguno de ellos.
Los partidos son más cortos que los reales. Cada tiempo dura seis minutos en lugar de 45, pero eso puede llegar a ser aún más exigente para los casters. “El FIFA es un juego explosivo, con acción constante, goles constantes, mientras que los juegos de estrategia tienen fases más tranquilas para charlar y explicar”, compara Llanos. A Román, que retransmite de pie, tirándose al suelo y saltando, la experiencia le recuerda más a un partido de baloncesto: “El tono debe ser más elevado durante más tiempo. En un partido de fútbol de 90 minutos la tonalidad varía, vas de arriba abajo, de abajo a arriba, todo el tiempo. En FIFA, al ser un ataque continuo, el tono está mucho más alto. Continuamente pasa algo y algo importante”. ¿Cómo se preparó? “Práctica no necesité”, asegura. “Pactamos con DjMaRiiO [el tercer narrador de la final, un popular youtuber de FIFA] que él comentaría lo relacionado con el juego, que él domina más, y que yo narraría las jugadas, algo que hago hace 20 años”, cuenta.
Xavi Riera, el coordinador de casters de la LVP (Grupo Mediapro) resume los retos del narrador. “Se enfrenta a espectadores jóvenes y por eso debe poner mucha pasión y energía”, agrega Riera. “La persona que consume eSports juega. Eso es diferente al deporte tradicional. Tú puedes ver ciclismo y nunca haberlo practicado. El espectador de eSports es muy exigente, tiene mucho conocimiento del juego y te critica al instante en redes”, señala. El FIFA es el único videojuego en el que pueden convivir casters y narradores tradicionales, porque estos últimos conocen a la perfección el fútbol, que es a lo que se juega. Para otros, como el League of Legends, se necesitan expertos de ese programa en particular.
La LVP cuenta con seis casters fijos y tres colaboradores. “El problema para encontrarlos es que nuestro público es todavía muy joven y poco experimentado. Cuando trabajas en una gran cadena de medios y necesitas buscar un periodista para realizar un trabajo es fácil. Hay universidades que los sacan, es un mercado rodado, de gente que ha hecho radio o televisión. Nosotros, en cambio, no tenemos un sitio donde fichar casters. Solemos ver los streamings que hacen algunos clubes de videojuegos o canales personales, pruebas, castings…”, explica Riera. “Es realmente complicado, no es fácil encontrarte con un Ibai [Llanos], pero estamos muy contentos con el nivel que tenemos”, agrega.
Llanos sueña con comentar un Mundial o unos Juegos Olímpicos algún día. Román, ya consagrado en el fútbol, quiere seguir creciendo en una industria que no para de hacerlo. “Siempre aprendes algo cuando compartes micrófono con gente nueva. Trato de abrirme a un mercado nuevo, que está en crecimiento y que puede ser un nicho laboral en el que meter la cabeza”, dice Román. “Los eSports tienen un carácter distinto, más desenfadado. Te da más pie a lanzar una gracieta o a ser más alocado. En el fútbol televisado hay muchos sentimientos, debes intentar ser ecuánime y no herir sensibilidades”, subraya el narrador.
Ibai Llanos encarna esa desfachatez a la que se refiere Miguel Ángel Román. Con su particular humor en Twitter y en las retransmisiones se ha ganado la fidelidad del público joven fanático de los videojuegos. ¿A qué debe su éxito? “Te diría cuatro palabras míticas de estas que se dicen siempre, pero sí que es cierto que mi trabajo ha sido una prioridad durante mucho tiempo de mi vida”, afirma. “He sacrificado todo por él, he apostado por mi pasión y mira, parece que me ha salido bien”, agrega. Y después lanza una de las suyas: “Ningún deporte me hace madrugar, aunque la NBA me hace dormir poco. No me gusta madrugar, lo detesto desde hace años. Solo madrugo por obligación, creo que nunca en mi vida he madrugado porque he querido”.